El guion es lamentable, lleno de incongruencias, ridiculeces y decisiones que arruinan la experiencia si se las considera por más de cinco segundos. La heroína está tan cambiada respecto a la versión de la primera película que cuesta reconocerla, y el tono mayoritariamente "camp" o "clásico" hace disonantes algunos momentos algo oscuros que se hubieran beneficiado de un contexto más serio.

Aún así, salvo por un tedioso segundo acto con la vuelta de Steve, la película logra entretener, y el intento de transformar a Wonder Woman en un verdadero ideal de héroe absolutamente puro, alejado de la violencia del personaje creado bajo la "visión" de Snyder, tiene mérito y podría haber funcionado a la perfección con más y mejor humor en lugar de tanto "camp" o estilo (por suerte) ya demasiado pasado de moda, y más ritmo en vez de dos villanos que estiran demasiado la historia. Hablando de villanos, a pesar de tener una trama muy floja, el Maxwell de Pedro Pascal es muy divertido de seguir, y la Minerva de Wiig es buena, aunque resulte algo superflua y pierda todo valor cuando se transforma en Cheetah.

En definitiva, es una mala película elevada por una soberbia banda sonora y grandes actores que hacen entretenido uno de los peores guiones de películas de súper héroes de esta era.