Patinar o morir (Thrashin) es magnífica!!

Su estética ochentera, su música envolvente y marchosa, esos macarras muy malosos con su vivienda "okupa" y su vestuario extravagante. Esos amigos del protagonista, cada uno de su madre y de su padre. Ese amor de verano que todos, de una forma o de otra, hemos tenido. Y para culminar, unas escenas de acción muy bien rodada y toda la película con un ritmo genial, lo que hace que la hora y media aprox. que dura la película se pase en un suspiro.
¿Alguien da mas? Pues el que no la haya visto, ya está tardando... ¡¡¡Imprescindible!!!

Y respondiendo a la pregunta del título de la crítica... Respiro para poder ver películas como esta.