No puede decirse que me haya gustado especialmente, es más, me ha parecido reiterativa y más bien aburrida con relación al metraje, aunque tiene toques de comedia y eso también la ameniza. Pero me quedo con la pátina de su mensaje, bueno discurso, sobre la muerte y aledaños en forma de una familia que se pasa medio metraje comiendo -como es usual en otras películas chinas- y otra media disimulando que la abuela… (no digo más aunque la ficha ya es explícita, como asimismo el título). Y es ese el personaje que da más marcha al asunto con sus gestos de ‘taichi’ y su verborreica -también mandona- personalidad. Son esas ‘sombras benignas’ las que planean sobre la historia, basada en una 'mentira real' y dirigida por una joven asiática, diría que trasunto de la fílmica entre Oriente y Occidente, que busca su lugar en el mundo a través de los sentimientos enraizados en las tradiciones, para otorgarle sentido... Que éste lo tenga o no, en mayor o menor medida, ya es cuestión de cada cual.