Ritmo soporífero en una producción, según leo, para el lucimiento de Peter Sellers (???) Lucimiento? En serio? Soy yo o Sellers no ha dejado de hace de tonto en toda su carrera? Aquí como Chauncey Gardiner, un jardinero medio autista, atontado y analfabeto que se pasa, literalmente, dos horas de metraje haciendo los mismos dos chistes. ("me gusta mirar la TV"). Para mi gusto, insoportables personaje y actor. La historia sería pasable como gag de 5 o a lo sumo 10 minutos en un programa, pongamos, de la Trinca. Pero está servida en formato de película de dos horas con pretensiones de fábula filosófica sobre las altas esferas del poder. Como crítica social, es más simple que el personaje que encarna Shirley MacLaine, lo cual ya es decir. La película no es simpática, no es divertida, no es ácida y desde luego no es profunda. Señores Hashby y Sellers, conmigo no cuenten.