Haz click aquí para copiar la URL
Voto de FATHER CAPRIO:
7
Comedia Ossi Oswalda interpreta a una joven que, cansada de que le reprochen todos sus actos, decide disfrazarse de hombre. De este modo descubre la insolidaridad entre los hombres... y también sus amistades equivocadas. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que mi inclinación hacia el cine de Lubitsch es mayor que la de la Torre de Pisa. Ruego no obstante que no se confunda eso con la ceguera. Las innumerables pruebas de buen hacer dadas por el cineasta alemán (To be or not to be, El príncipe estudiante, Ninotchka, etc. y muchos etcéteras) no me nublan la vista ni me impiden encontrar algunas pajas dentro del trigo. Que hasta los vinos más acreditados tienen cosechas normalitas. Malas es imposible.

Y esta añada del 18 con “No quiero ser un hombre” deja en nuestros ojos (órganos del paladeo cinematográfico) un sabor afrutado Lubitsch inigualable pero con escasa consistencia. No es un vino “duradero” en ojos. No. El aroma y el sabor pasan rápido y aquí lo bueno si breve no es precisamente doblemente bueno, pero eso si es Lubitsch. También como en territorio ecológico, un Lubitsch joven embotellado en roble alemán, berlinés por más señas y Weimar por más políticas.

Film breve en tono de comedia, donde Lubitsch juega pícaramente con los espectadores. Más que con los de ahora que “las cosas que hemos visto, sir John…” con los de una época donde la mujer alemana ni siquiera tenía derecho al voto. Fíjense ustedes, los germanos tan avanzados y demócratas ellos en la actualidad, también tuvieron sus pecadillos y esas hipocresías donde las señoritas recibían una esmerada educación cercenante de sus más inconfesables deseos, digamos el juego, el tabaco, la juerga a lo Lola-Lola, ángel azul y por supuestísimo el sexo.

Y Lubitsch nos dibuja a la mujer inconformista a la par que vital, envidiosa del rol social masculino, libre y sin atadura. Esa vitalidad es la que lleva a Ossi (nombre real y de ficción de la actriz Ossi Oswaldo, considerada la Mary Pickford alemana) a probarlo todo para así poder hablar y tomar decisiones con propiedad. Probando, probando, y con el licor dando, que tal parece que la vida masculina es puro desmadre y francachela, acaba hasta de picos con aliento etílico con el rigurosísimo tutor encargado de su correcta educación. ¡ Y vaya si la educa!.

Al final Lubitsch se rinde, o tal parece, y sacando su varita mágica reconvierte a la chica-muchacho en una señoritinga de largos vestidos y corsés apretados enamorada del mismo tutor que besaba “especimenes afeminados” en estado de embriaguez, y diciendo, mientras se derrumba en sus brazos: “No quiero ser un hombre”.

Menos mal, porque aunque suponga un frenazo a la investigación genética, uno se pregunta: ¿Los hubiese excomulgado la iglesia en caso contrario?.
FATHER CAPRIO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow