Puede que las películas de ciencia ficción sean las más difíciles de realizar, ya que necesitan un gran trabajo previo en la creación del mundo, efectos especiales, diseño de personajes, construcciones, transportes... En esta ocasión, han logrado cumplir en la parte más difícil, ya que habían completado con éxito todos los aspectos mencionados anteriormente y tenían una premisa interesante para comenzar la trama. Con ello, consiguen una introducción que engancha al espectador, pero cuando se produce la elipsis temporal tras este inicio, la película va cuesta abajo sin frenos. Muestra escenas impactantes, sí, pero sin significado para el espectador, con vacíos argumentales de elementos que nunca te llegan a explicar (como, por ejemplo, aún no entiendo por qué el arma de los estadounidenses infunde tanto terror y es tan sofisticada si solo es un bombardero).

Es una pena porque el trasfondo me resultaba interesante, siendo los estadounidenses los humanos que odian a las máquinas, mientras que a los asiáticos les gustan y las tratan como iguales. Me recordaba al trasfondo del Imperio y los enanos de Warhammer 40k (los enanos son gobernados por inteligencias artificiales muy sofisticadas y tienen hermanos robots que, si alguien los maltrata o destruye, les causa la misma ofensa a su pueblo que si fuera a un enano de carne y hueso. Los enanos en algún momento formaban parte del Imperio pero se dividieron de este con el paso del tiempo).

En definitiva, no surgen todos los días nuevos universos de ciencia ficción, ya que solo tenemos refritos una y otra vez. La nota se la doy, sobre todo, por su creación de mundo y efectos especiales, pero la trama tiene demasiados defectos que debes tener en cuenta antes de darle una oportunidad.