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Voto de The Fucker:
7
8,0
3.115
Drama
Un anciano matrimonio reúne a cuatro de sus hijos, ya independizados, para comunicarles que están arruinados y los van a desahuciar en un plazo muy breve. Los hijos deciden entonces repartirse a sus padres: uno se queda con la madre y otro con el padre, lo que supone un duro golpe para los ancianos, ya que han vivido juntos toda la vida. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2011
44 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Odio a todos los viejos, así, en general. No los soporto de ninguna de las maneras. Culpa suya por supuesto.
• Los viejos creen llevar siempre la razón: sobre política, sobre moral, sobre la casa, los hijos... sus juicios son inesquivables. Si realmente están o no en lo cierto, se la trae floja, ellos, wikipedias andantes.
• Son tercos como mulas, se pasan la mitad del tiempo cabreados y dando voces. El mundo gira en torno a sus reglas y no al revés. Si sus fuerzas salieran no solo por la boca, mañana, todos a hacer la mili.
• Se castigan día sí y día sí para que rezumes compasión por ellos. Manipuladores. Tras el día a grito pelao, de noche no te dejan dormir con sus ronquidos, no hay antídoto. Algunos llegan a producir vibraciones en los cimientos del hogar; la cama se mueve, el suelo tiembla, tú te acojonas.
• Sales de casa y te putean por todos lados; en el bus, en el bar, hasta en la acera joder, y les tienes que ceder paso en cualquier parte. En la cola del super es imprescindible que se te cuele algún abuelo, por tu bien, no por el suyo, que los tacos también saben llover.
• No iba a decirlo, pero huelen mal. El olor corporal incrementa conforme desciende el recibo de agua, lo que nos lleva a que son tacaños. No es cuestión de dinero, es ley de vida. De suponer es que al cielo, con todo precio por las nubes, más de uno quiere llevarse un buen pellizco.
• Los viejos creen llevar siempre la razón: sobre política, sobre moral, sobre la casa, los hijos... sus juicios son inesquivables. Si realmente están o no en lo cierto, se la trae floja, ellos, wikipedias andantes.
• Son tercos como mulas, se pasan la mitad del tiempo cabreados y dando voces. El mundo gira en torno a sus reglas y no al revés. Si sus fuerzas salieran no solo por la boca, mañana, todos a hacer la mili.
• Se castigan día sí y día sí para que rezumes compasión por ellos. Manipuladores. Tras el día a grito pelao, de noche no te dejan dormir con sus ronquidos, no hay antídoto. Algunos llegan a producir vibraciones en los cimientos del hogar; la cama se mueve, el suelo tiembla, tú te acojonas.
• Sales de casa y te putean por todos lados; en el bus, en el bar, hasta en la acera joder, y les tienes que ceder paso en cualquier parte. En la cola del super es imprescindible que se te cuele algún abuelo, por tu bien, no por el suyo, que los tacos también saben llover.
• No iba a decirlo, pero huelen mal. El olor corporal incrementa conforme desciende el recibo de agua, lo que nos lleva a que son tacaños. No es cuestión de dinero, es ley de vida. De suponer es que al cielo, con todo precio por las nubes, más de uno quiere llevarse un buen pellizco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
• Pero oigan, malditos ancianos, muéstrense humildes en sus opiniones, flexibles, y les odiaré un poco menos.
• Muéstrenme su puta familia, esa que tanto se queja, desagradecida, que los toman como un castigo y un muerto en vida, y oye, les odiaré algo menos.
• Muéstrense desamparados, con sus gestos, sin hacer constante hincapié en los discursos que les dicta su corazoncito y que termina desembocando en lo falsario, solo con sus acciones y actitudes, y de seguro les odiaré un poco menos.
• Muéstrenme que de verás se sienten inútiles, que bailan al son de los demás, impotentes de sus deseos, y coño, les odiaré un poco menos.
• Muéstrenme, viejos, que cuanto he escrito antes puede convertirse en cariño hacia ustedes, que mi mirada es un prejuicio más fabricado a base de sentencias ridículas que pueden desmoronarse en noventa minutos.
• Muéstrenme además, que el resto de la humanidad, sea un vendedor de coches, un camarero, o mi primo Manolo, encuentra en ustedes lo valioso que los que viven a su lado han dejado de apreciar.
• Muéstrenme, ya si quieren, Manhattan, un paseo, una pizca de alegría, algo que sentir, pero no la fuercen demasiado, que sea natural, que si no, malditos, les odiaría aún más.
(Suerte tienen, jodidos viejos, de que gracias a esta película, les odie un poco menos.)
• Muéstrenme su puta familia, esa que tanto se queja, desagradecida, que los toman como un castigo y un muerto en vida, y oye, les odiaré algo menos.
• Muéstrense desamparados, con sus gestos, sin hacer constante hincapié en los discursos que les dicta su corazoncito y que termina desembocando en lo falsario, solo con sus acciones y actitudes, y de seguro les odiaré un poco menos.
• Muéstrenme que de verás se sienten inútiles, que bailan al son de los demás, impotentes de sus deseos, y coño, les odiaré un poco menos.
• Muéstrenme, viejos, que cuanto he escrito antes puede convertirse en cariño hacia ustedes, que mi mirada es un prejuicio más fabricado a base de sentencias ridículas que pueden desmoronarse en noventa minutos.
• Muéstrenme además, que el resto de la humanidad, sea un vendedor de coches, un camarero, o mi primo Manolo, encuentra en ustedes lo valioso que los que viven a su lado han dejado de apreciar.
• Muéstrenme, ya si quieren, Manhattan, un paseo, una pizca de alegría, algo que sentir, pero no la fuercen demasiado, que sea natural, que si no, malditos, les odiaría aún más.
(Suerte tienen, jodidos viejos, de que gracias a esta película, les odie un poco menos.)