Coup de chance es el nuevo filme de Woody Allen, quien hace tiempo que está lejos de sacar su mejor película, pero que mantiene su mala leche y al que le agrada sobremanera destrozar vidas ajenas en la ficción. En este caso, tenemos a un matrimonio, Fanny y Jean (Lou de Laâge y Melvil Poupaud) que parece tenerlo todo: dinero, popularidad y estabilidad. Pero Fanny se encuentra con un antiguo compañero de instituto (Niels Schneider) con quien irá quedando e, inevitablemente, acabarán siendo amantes. Todo a espaldas de su marido, quien poco a poco irá dándose cuenta de los cambios y tomará medidas al respecto. Entre esas estará cuando también aparecerá la suegra (Valerie Lemercier), que protagonizará buena parte del filme en pos de una investigación que rodea al marido de su hija, quien pasa de dar buena espina a ser un auténtico desconocido.

Woody Allen sabe cómo apañárselas en este tipo de comedia que bien podrían sucederle a cualquier hijo de vecino, salvando las distancias en los compases finales. Pero a nadie ha de extrañar un matrimonio anclado en la inoperancia, el declive y la nula pasión. Como siempre, el humor típico del neoyorkino ayuda a deglutir el filme, que avanza imparable del costumbrismo al riesgo y a un clímax final que no dejará a nadie indiferente. Un buen golpe de efecto, con mala leche, que quizás aúpe a esta película entre las mejores que ha hecho en los últimos años.

En definitiva, GOLPE DE SUERTE es una buena opción para descubrir a Woody Allen, de disfrutar de su peculiar sentido del humor, de la cotidianidad de volver a empezar, de descubrir los pájaros en el estómago con otras personas y de replantearse la existencia misma. Como veis, tiene un poco de todo, como las buenas comedias a las que nos tiene acostumbrados. No os la perdáis.