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Voto de Rebeca Fincher:
8
8,0
19.847
Drama
Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército, asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler (James Stewart), un honrado hombre de leyes. Durante el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. Uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como película de litigios desde luego es de las más brillantes de la historia, en mi opinión podría compararse sin palidecer demasiado a obras maestras del cine de la talla de 12 hombres sin piedad. Con un enfoque diferente a la anteriormente mencionada por supuesto.
Así si 12 hombres nos habla del contenido moral del teatro de la justicia, esta película deja atrás el alma de lo que se juzga para concentrarse en plasmar magistralmente la forma que perfila la bailarina sobre el escenario que supone el cruce de acusaciones.
La picaresca, las insinuaciones y hasta las miradas tienen un significado poderoso cuando se trata de discutir la inocencia de un hombre ante un jurado. Esta película lo muestra a la perfección. Si se quiere un asiento de primera fila para una clase de retórica, sin duda este film es más que recomendable.
Pero dejando a un lado el valor, desde mi punto de vista indiscutible, de esta obra como ejemplo del funcionamiento del derecho. Cabe destacar un aspecto más morboso, el uso semisolapado que se hace de la figura de la mujer en esta película.
Así si 12 hombres nos habla del contenido moral del teatro de la justicia, esta película deja atrás el alma de lo que se juzga para concentrarse en plasmar magistralmente la forma que perfila la bailarina sobre el escenario que supone el cruce de acusaciones.
La picaresca, las insinuaciones y hasta las miradas tienen un significado poderoso cuando se trata de discutir la inocencia de un hombre ante un jurado. Esta película lo muestra a la perfección. Si se quiere un asiento de primera fila para una clase de retórica, sin duda este film es más que recomendable.
Pero dejando a un lado el valor, desde mi punto de vista indiscutible, de esta obra como ejemplo del funcionamiento del derecho. Cabe destacar un aspecto más morboso, el uso semisolapado que se hace de la figura de la mujer en esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A la protagonista femenina se la presenta como una mujer "vivaracha" que se "achispa" y no duda en "ir con hombres". Una chica "ligera" que parece hasta consentir el maltrato que al que su marido la somete como forma de un juego de pareja, peligroso pero merecido.
Las expresiones de horror de la actriz se entremezclan de forma natural con una actitud despreocupada en una imagen grotesca, que trae a la mente frases del tipo "a ella le va la marcha". Todo en un velado mensaje de justificación de la violencia machista que se agota en la escena final cuando el abogado coloca el tacón roto de la muñeca rota en el cubo de basura mientras su compañero sentencia "Justicia poética".
En fin señores, el retrato del papel de la mujer en esta sociedad va cambiando lenta pero inexorablemente y este tipo de películas son un testigo de lo que debemos dejar atrás por el bien de todos.
Las expresiones de horror de la actriz se entremezclan de forma natural con una actitud despreocupada en una imagen grotesca, que trae a la mente frases del tipo "a ella le va la marcha". Todo en un velado mensaje de justificación de la violencia machista que se agota en la escena final cuando el abogado coloca el tacón roto de la muñeca rota en el cubo de basura mientras su compañero sentencia "Justicia poética".
En fin señores, el retrato del papel de la mujer en esta sociedad va cambiando lenta pero inexorablemente y este tipo de películas son un testigo de lo que debemos dejar atrás por el bien de todos.