No sé por qué le pusieron "Juegos sexuales" en Latino América. Siempre le cambian el título a las películas. En fin. Recuerdo ser una pre adolescente y ver por tv la publicidad de esta cinta, pero sólo pude verla de grande. Mejor, para poder valorarla con criterio. La verdad es que lo único que puedo apreciar es el soundtrack, y que es bastante entretenida. He leído que para varios las interpretaciones están bien. Yo creo que el único que actúa es Joshua Jackson aunque tiene un pequeño papel de gay.

"Cruel Intentions" falla como adaptación moderna de la novela escrita "Las amistades peligrosas" de Pierre Choderlos de Lacios, publicada en 1782. No sé qué bicho les picó en los '90 tratando de encajar la literatura clásica en la modernidad. Estos relatos no resisten a la modernidad. Si les gusta leer, les recomiendo esta novela y como audiovisual, la adaptación que realizó Stephen Fears en 1988, a la que no le cambiaron el nombre por suerte. Una brillante película de época y con un gran reparto.

Por supuesto no voy a ponerme a comparar a Ryan Phillipe con John Malkovich, ni a Glenn Close con Sarah Michelle Gellar, porque los jóvenes pierden por goleada. Pero ya que Roger Kumble nos otorgó éste largometraje tenemos que valorarlo y criticarlo. Y tiene mucho para criticar. Tal vez de haber contado esta historia con personajes, no sé, universitarios... mayores de edad, ofrecería un poco más de realismo. Pero no, el morbo está en presentar adolescentes que lucen como ejecutivos de empresa, se comportan como villanos de telenovela y tienen una vida sexual tan activa que cualquiera de nosotros se sentiría deprimido.
Este tipo de películas sólo tienen el objetivo de adelantar el despertar sexual de los menores de edad, y de idealizar el sexo poniéndolo como única meta en la vida. A mi siempre me pareció una historia que debían ver adultos pero muchos consideran a "Cruel Intentions" como una teen movie; a pesar de que lo que vemos en pantalla son sujetos de veintitantos años fingiendo tener 16 o 17. Por esto creo que ubicándonos en la vida de unos odiosos tipos de veinteañeros, tal vez, hubiera quedado mejor, y de paso dejamos el morbo de lado. ¿O acaso si no son personajes adolescentes a nadie le interesa?

La década de los noventa está repleta de obras maestras, específicamente el año 1999 tiene grandes títulos que son cintas que deberías estar viendo en lugar de ésta, porque "Crueles Intenciones" es una mala película... y eso que me gusta, es un placer culposo.