Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Edgar_Morton:
6
Romance. Comedia El guionista argentino Pablo (Ernesto Alterio) recibe el encargo de escribir una comedia romántica ambientada en Madrid. En principio no tiene problemas; conoce bien el género y, así, vemos los primeros pasos de la historia de amor entre Marina (Marta Etura) y Víctor (Quim Gutiérrez). Sin embargo, Pablo entra en crisis enseguida. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La comedia romántica es, sin duda alguna, uno de los géneros más trillados, repetidos y exitosos en la actualidad. Sea desarrollado en Estados Unidos, España o Corea del Sur, por citar solo tres lugares, sus argumentos son del gusto de cierto sector de población muy fiel a todas estas propuestas que al fin y al cabo suelen ser producidas en cadena o siguiendo un mismo patrón.

En esta ocasión la coproducción hispanoargentina Sexo fácil, películas tristes nos lleva por ese mismo camino que dice desandar peor de un modo algo más original. Dentro, claro está, de que su idea no es original y que ya ha sido explorada pero la honestidad de la propuesta así lo exige. Un escritor y profesor universitario argentino acepta, a encargo de un amigo, escribir el guión de una comedia romántica ambientada en España, dado su conocimiento del país. A través del metraje iremos intercalando las dos "películas", la "real" protagonizada por Ernesto Alterio en el papel principal y la "ficcionada", protagonizada por Quim Gutiérrez y Marta Etura.

Es en el segmento español, el más básico, típico y tópico, donde la película se resiente pero que al mismo tiempo consigue un contrapeso importante al no convertir la historia del profesor en un drama con ciertos toques cómicos obteniendo cierto equilibrio, quizás más que con el guión con la interpretación de los actores, tanto Alterio como Luis Luque en la parte argentina o Marta Etura, Carlos Areces y sobre todo Quim Gutiérrez que en este tipo de películas saca lo mejor de si mismo. Esa naturalidad, frialdad en otros momentos, es la que consigue dar a su personaje el halo de realidad que requiere, habida cuenta de que sabemos desde el inicio que es un personaje de "ficción".

Más allá de todas las posibles interpretaciones o esloganes hablando de tal y cual virtud que pueda tener la película, el más importante es que entretiene y es digna. Fácil de digerir y quizás de olvidar pero que no llevará a mucha gente a arrepentirse de escogerla principalmente por su honestidad, algo difícil de ver en mucho cine de hoy en día.
Edgar_Morton
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow