Ejercicio de estilo "in crescendo", donde la mayoría de secuencias y planos son verdaderas obras de arte, conjugando el barroquismo operístico en el fondo, en cuanto a narrativa e historia, con la estética "fría" neoclásica en la forma, no sólo privando de "color" a gran parte del film, sino también de la "emoción", creando un resultado en ocasiones "abstracto", alejando al espectador de lo visceral, y el sentimentalismo, y acercándolo a una visión "más intelectual" del drama.

Por otra parte entrando en la historia contada, es de destacar como el director "juega" con el espectador y lo que "presume" de la película, dando varios giros narrativos, que si bien en otras manos hubieran sido "simples" efectos de "sorpresa", aquí cobra sentido, explicándote en unos pocos minutos finales, temas tan transcendentales como son los vínculos familiares.

Sin embargo contrasta algunas partes no tan bien conseguidas, en su plano estético y filosófico, y un montaje tal vez que alarga demasiado la narrativa, dando la impresión que en un montaje más "condensado", hubiera "impactado" más en el espectador, la mezcla del barroquismo y neoclasicismo antes comentado, quitando lo que "a priori" parece más "morralla", en comparación con el conjunto.

Es un film, en resumidas cuentas, para disfrutarlo, sin prisas, saboreando cada plano, y cada pieza musical que lo acompaña con una exquisita, y donde con certeza ganará mucho en un segundo visionado.

Lo mejor:
- La dirección con mano firme.
- La fotografía soberbia
- La historia
- La deliciosa BSO
- El giro final
- Escenas como el diálogo entre tetro y su hermano, reflejando un espejo a éste, y viéndose la sombra de tetro por otra parte. Es pura magia.

Lo peor:
- Tal vez estaría mejor, condensando todas las partes "creativas", eliminando, lo que no aporta a priori nada.