”Odio a la gente que me pregunta cómo estoy. ¡No ves lo mal que estoy!”, se espetan en varias ocasiones los dos protagonistas de ‘Noche en el paraíso’, última película del director Park Hoon-jung, estreno en Netflix. Frases sintetizadoras de la carga melodramática con la que el autor sazona la relación de dos jóvenes marcados por la soledad y el abandono, con la muerte abriéndose paso desde el horizonte.

Firme exponente del noir coreano, Hoon-jung articula un trhiller cuya trama pisa terrenos más convencionales que anteriores trabajos. No guarda el carácter amoral que rodeaba a los personajes de la extraordinaria ‘New World’ (2013), ni el retorcido guión de ‘V.I.P’ (2017), buceando en las turbias aguas de la geopolítica coreana. Con todo, mantiene ese empaque y gusto visual, marca de la casa, que la hace particularmente atractiva: en sus persecuciones, peleas y esas miradas desafiantes que albergan escaso aprecio por la vida ajena.

Eom Tae-gu trabaja para una banda. Parece un tipo que ejecuta bien su desempeño, habida cuenta del interés que su figura adquiere para diferentes clanes. En ese sórdido mundo dónde la deslealtad forma parte del paisaje y aquello de ”Roma no paga a traidores” no tiene valor alguno, su hermana y sobrina son asesinadas. La posterior vendetta lo pone en la necesidad de escapar. Poner tierra de por medio. En su camino se va a cruzar una joven (Yeo-bin Jeon) que también carga con una pesada losa a cuestas.

‘Noche en el paraíso’ alberga un tono crepuscular, casi de inmolación en la andadura de los protagonistas. Brutalmente sangrienta y explícita (ya sea con el plomo, acero o puños) el impacto de una acción seca y sin concesiones, golpea al espectador a ráfagas. Quedando penalizada por un hilo argumental predecible, y pese a ser una película menor en la filmografía de su autor, al sumergirnos en las procelosas aguas de la ficción coreana, las palpitaciones quedan aseguradas.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para http://rockandfilms.es