Argo es una de las películas que más ríos de tinta ha suscitado últimamente. Arrasó en los globos de oro y tiene su oportunidad para titularse como campeona en la ceremonia de los Oscar. Quién nos iba a decir, que un personaje como Ben Affleck se iba a convertir en el foco de atención de la actualidad cinematográfica. Si nos lo llegan a decir hace unos años nos habríamos reído a carcajadas, pero si nos dicen que además sería en el campo de la dirección habría sonado como una broma de mal gusto. Afortunadamente, Affleck está empezando a dar sus primeros pasos y hay que decir que merecen nuestra atención. La película nos remite a grandes obras del cine político como “Todos los hombres del presidente” pero también tiene esencia y alma de otras películas como “Marathon Man” o “Los tres días del Cóndor”.

Políticamente también es controvertida, quizá La película de Bigelow (“Zero Dark Thirty”) al tocar un tema más actual haya ensombrecido y ocultado en parte el mensaje de Argo, porque seguramente, de no haberse estrenado aquella, sería Argo la película polémica del año.
Y es que efectivamente, la mirada que se realiza sobre los hechos que sucedieron durante aquel secuestro y la recuperación de los rehenes por parte de las agencias de inteligencia americanas se trata de una mirada proamericana. Exceptuando algunos momentos aislados (como el inteligente prólogo), no se cuestiona excesivamente la política norteamericana en Irán y hay una apología (no es una gran oda, pero si una pequeña alabanza) hacia los sistemas de inteligencia como la Cia, ese final lo atestigua. No hay porque escandalizarse ante tal situación, sino intentar ir más allá de esta cuestión y analizar la película en frío. Al fin y al cabo, ni mucho menos Argo se trata de una película panfletaria.

Porque Funciona? Affleck ha sido capaz de mezclar muy correctamente la visión histórica con el Thriller político. Normalmente, en la mayoría de estas recreaciones históricas se cometen una serie de defectos (como dejarse llevar por la historia y no centrarse en una narración fílmica que tenga interés artístico) que mutilan el interés de la película. Afortunadamente, el director no ha caído en estos errores durante el rodaje. Argo tiene un valor cinematográfico muy interesante, que la hace disfrutable desde muchas miradas, hasta funciona como película palomitera para aquella gente a la que el tema no le interese (que sería una pena, por otra parte), es más, también tiene una lectura metacinematográficamente muy curiosa e imaginativa. El rodaje de Argo (la película que nunca se llegó a estrenar, el gancho para liberar a los rehenes) nos desvela cantidad de entresijos de la industria americana, amena, quizá no profunda, cierto, pero lo suficientemente bien trabajada como para ser remarcada en un análisis que pretenda tomar a Argo como una película seria.
.No hace falta más que ver esa secuencia inicial con el asalto a la embajada americana para ver cómo ha madurado Affleck detrás de las cámaras. Vibrante secuencia construida mediante planos inteligentes que reflejan el angustioso asalto y la marcha de los seis funcionarios que serán los futuros personajes de la película. La fluidez narrativa es la mayor virtud de la película, mediante montajes alternantes y una gran capacidad de artesanía se ha construido una película vibrante que no deja un minuto de tregua al respetable. Para dotar de una mayor capacidad de realismo e empatización del espectador con las situaciones se han recreado una gran cantidad de detalles, desde vestuario a localizaciones del lugar donde transcurre la acción.

El reparto es absolutamente de Lujo. Quizá no haya nombres de relumbrón, pero todos son unos perfectos profesionales, queda constatado en muchos momentos de la película (desde la desesperación de los rehenes en la embajada canadiense hasta la liberación del clímax final).
Aún no tengo claro si va a ser la película que arrase o no en los Oscar, pero viendo películas ganadoras de otros años, si Argo consigue la estatuilla, no seré yo quien se queje.




http://neokunst.wordpress.com/2013/02/02/repasando-el-2012-argo/