Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Kyrios:
4
Ciencia ficción. Acción. Thriller Siguiendo un programa altamente secreto, el ejército está trabajando con cadáveres a los que transforma en soldados invencibles. Una pareja de reporteros se aproxima a la base en la que se realiza el experimento y toma fotografías del lugar.
30 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué pasa si juntamos a Roland Emmerich (director entre otras lindezas de Godzilla 1998 o el patriota 2000) con actores de la talla de Van Damme y Dolph Lundgren? Pues que nos saldrá una película como Soldado Universal. Realizada en 1992, La película supuso un exitazo en taquilla y el catapultamiento de Roland Emmerich hacia el circuito comercial de Holywood, además de convertirse en una de las películas de acción más icónicas (así como una de las más estúpidas) de los noventa. Sin duda, solomillo de Videoclub cuando estos locales estaban totalmente en boga. Por supuesto, el éxito de la película ha provocado gran cantidad de remakes que han intentado seguir el estilo de la película, pero que no han conseguido ni de lejos acercarse al arrollador éxito de la primera.

El argumento es simple. Dos soldados norteamericanos enfrentados entre sí (Van Damme y Lundgren) mueren matándose entre ellos y son elegidos por el gobierno para formar un proyecto de alto secreto en el que vuelven a la vida para cumplir las misiones de alto riesgo que les encomienda el gobierno. Pero claro, al volver a la vida, los soldados empezarán a recordar su vida pasada…

Semejante esperpento de guión (atendamos a las múltiples escenas en las que se pretende justificar científicamente el argumento) va a la perfección con el talento de Emmerich, acostumbrado a semejantes historias, llenas de artificio, de las que únicamente aprovecha el director para crear una historia disparatada en la que el entretenimiento sojuzga cualquier tipo de inteligencia. Por momentos la interpretación de Van Damme y Lundgren resulta tan patética que el espectador parece estar asistiendo a una serie de cursos sobre la degeneración interpretativa. Claro que por romper una lanza a favor de ellos, el guión no deja mucho margen de mejora, pues al tratarse frankesteins modernos su discurso no va mucho más allá de unos pocos monosílabos. Y eso Van Damme, porque Lundgren apenas abre la boca en toda la película (aunque cuando lo hace tiene algún que otro puntazo). Olvidemos pues, cualquier aspiración de encontrarnos ante una película que pueda aprovechar las máximas aspiraciones de su argumento, para hablarnos de la memoria de la Guerra del Vietnam, o de la situación de sus personajes en el presente después de pasar media vida olvidados. Para nada, las intenciones de Emmerich son totalmente las contrarias, ofrecer un cóctel que mezcla especialmente la acción (que es la que ocupa la mayor importancia en el metraje), con un toque futurista y con alguna que otra dosis de humor para aderezar la seriedad del tema.


El caso es que la película fue tachada ya en su época de ser un simple plagio de Terminator, la película que poco antes había realizado James Cameron y que revolucionó la ciencia ficción. De hecho, en un primer momento el mismo actor que protagonizó Terminator, Arnold Schwarzenegger, había de formar parte del elenco inicial (junto al potro italiano, Sylvester Stallone), pero se descartó por obvios temas de presupuesto. Evidentemente Emmerich aprovecha totalmente el tirón comercial de la saga de James Cameron para desarrollar su propia película. No sólo en vestuario, sino que la gestualidad e interpretación de los actores nos recuerda profundamente a las películas de Cameron, e incluso tiene el mismo sello de humor (o por lo menos intenta conseguirlo, recordemos la escena de busca algo duro), aunque quizá tacharla de plagio sea demasiado arriesgado. Al fin y al cabo, y nos guste o no, Emmerich tiene una personalidad propia que es la que imprime cada fotograma de la película. También se incluye en esta personalidad el gusto por tratar de destruirlo todo, así como dar a la mujer un papel tan menor y cómico.

Quizá una película algo más sangrienta de lo habitualmente nos muestran las películas de Emmerich (algunas escenas, sobre todo en las que Lundgren hace de las suyas, que tienen toques bastante gores y tétricos, como las escenas de las orejas), que en posteriores películas Emmerich trataría de suavizar, seguramente porque en Estados Unidos que una película tenga un sello de violencia explicita repercute bastante en la distribución comercial del film.

Pese a todo lo comentado, la película está por encima de muchas otras obras de acción de los noventa, y en algún momento llega a ofrecer un entretenimiento respetable, que consigue un equlibrio más o menos conseguido entre acción y humor.

http://neokunst.wordpress.com/2013/11/30/soldado-universal-1992/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow