Mira que me gustan esas películas con escenas impactantes desde el mismo principio y Lobo feroz cumple con creces, no es nada agradable ver un cuerpo mutilado, sin cabeza y menos aún si se trata de un niño.

La maldad no es agradable en ningún sentido, pero cuando se ejecuta sobre un indefenso niño es como mucho más cruel.

El argumento lo cierto es que es muy interesante, con una propuesta que te engancha desde los primeros instantes bajo la atmósfera de un thriller, el problema lo encuentro en el desarrollo y más en los personajes. Cuando no te crees a quien te narra el cuento, es muy complicado que me crea el cuento.

No me creo el personaje de Alonso (nadie actúa de esa manera con una placa de policía y menos cubierto por su superior). No me creo a Matilde (el papel de madre desequilibrada es más falso que un euro de madera). No me creo a Hipólito haciendo de heterosexual, muy forzado y no hacía falta para nada. No me creo a Elías, quiere ser una cosa y a la vez otra y ni una, ni otra. No me creo a Romero, ni de coña.

Muchas cosas poco creíbles. Si luego también se es torpe al contar la historia y aclarar el porqué de todo, apaga y vámonos.