Ante todo decir que para nada es una obra maestra y que sin la actuacion de Rourke (que hace suyo el papel como si de su propia biografía se tratase) sería otra película para el olvido como las típicas que emiten en la sobremesa de cualquier cadena de TV. Sin embargo la cinta consigue despertar el interés del espectador haciendole partícipe de cada golpe (emocional y físico) que recibe Randy y que, a sabiendas de que no es ningún santo se le llega a coger cierto cariño a este antihéroe. Resumiendo, para el que sienta, como es mí caso, que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor y que alguna vez en su vida haya sentido la impotencia y la angustia que crea el saber que los errores del pasado por mucho que queramos nunca se podran cambiar , se identificará en muchas de las situaciones que vive el protagonista. Muy válida para la reflexión. Recomendable.