Salvo sorpresa futura, parece que ha terminado una de las trilogías más exitosas del último lustro, "Vengadores" al margen. Se trata de "Iron Man", otra del género de superhéroes, que últimamente se están rodando como churros con excelentes resultados comerciales, que se dio a conocer en el 2008, se asentó en el 2010 y en el 2013 se despide con una película que sin ser apasionante cumple con sus objetivos, que son los de entretener a la chavalería principalmente. Aunque de los cerca de 2.500 millones de dólares recaudados por la franquicia, más de 1.250 corresponden a "Iron Man 3", que de este modo ha entrado en el selecto club de los mil millones de dólares, aunque pese a todo, no fue la más taquillera del mundo ese año, sino que se quedó justo detrás de la de "Frozen: El reino del hielo" (2013).

Como he dicho otras veces, no soy muy aficionado al género de superhéroes, motivo por el que esta saga me ha generado poco entusiasmo. No me gustó la original pero la segunda y la tercera merecen el aprobado. Ésta en concreto cuenta con unos fogosos efectos especiales pero el guión contiene algunos errores de los que muchos tomáis nota, por ejemplo Luis Mayo, Por otro lado, los personajes siguen derrochando cierto carisma, aunque no demasiado para mi gusto, y hay alguna pincelada de humor. En resumen, se puede ver pero no esperéis algo que trascienda la simple lucha entre buenos y malos. O dicho de otro modo, las habilidades de Iron Man (Robert Downey Jr.) son un recurso para la acción pero nunca el trampolín para abordar temas más humanos, como sucede en "Spiderman" (2002-2007).