Steven Seagal regresa con lo que mejor sabe, que es la acción sin apenas pretextos. En este caso se trata de una trama de venganza personal entre la mafia rusa que en el título original, "Driven to Kill", queda como mucho más difuminada pero que al bautizarla en castellano como "Ruslan: La venganza del asesino" es que ya nos la vemos venir antes de empezar. De todos modos, aquí la nota curiosa de la película la aporta Crystal Lowe, que tiene un diminuto papel al principio, una de las amigas particularmente bronceadas en "Destino Final 3" (2006), y que guarda un enorme parecido con Leighton Meester y Minka Kelly. Yo no distinguía a las tres hasta que las busqué.

Por lo demás la película ofrece lo que promete, Steven Seagal reparte estopa con la misma facilidad de siempre y me temo que con algún truco que ya hemos visto otras veces. A mí la parte final me recuerda mucho a algo pero no recuerdo en dónde. En cualquier caso, Steven como el resto del elenco hacen lo que pueden pero las actuaciones son malas, los movimientos de cámara horribles, las peleas chapuceras y la trama innecesariamente forzada, vamos que no tiene mucha lógica. De todos modos, consigue ser más o menos entretenida aunque lo que más me ha gustado ha sido la stripper esa vestida de colegiala, aunque las botas no son altas ni con plataforma.