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5
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7,1
2.672
Drama
Cansado de vagar, Hal Carter (William Holden) llega como polizonte de tren a un pequeño pueblo, donde pronto hace amigos y encuentra a su viejo compañero de escuela Adam Benson (Cliff Robertson) quien ahora es un próspero empleado en la trilladora de su padre y además pretende a la chica más linda del pueblo, Maggie Owens (Kim Novak). En un picnic, muchas emociones encontradas van a salir a flote. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2016
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se nota que tiene miga. Película compleja, con multitud de ideas que permiten debatirla durante horas. Se trata de la adaptación de la obra de teatro homónima de William Motter Inge, escrita en 1953, lo que le valió un Pulitzer, lo que explica su riqueza narrativa. Ahora bien, que diga mucho no quiere decir que lo diga bien o que dé en la diana. Como resumen, hay conceptos muy buenos pero también cierto histrionismo, personajes que no terminan de de ser coherentes y mucha teatralidad. De todos modos, lo peor es que toda la trama se produce en un solo día, lo que la hace poco verosímil, aunque también es verdad que no hace falta que pase más tiempo para prendarse de Kim Novak, que creo que está más guapa que nunca, o de William Holden, como hacen todas las hembras de este pueblecito de ¿Kansas?
A mí me ha gustado la crueldad repitliana con la que se juzga a las personas en función de su estatus sexual, las expectativas de ascenso social que representa la belleza femenina y, sobre todo, la sinceridad con la que expresa una idea completamente cierta: todos los hombres queremos mujeres diez; todas las mujeres quieren hombres diez. Pero el atractivo personal, la valía o la suerte acaba emparejando a las personas de una forma distinta, que aunque cabe aceptar, no deja de causar cierta frustración, una frustración que sería, o es, un modo de vida muy normal. Este deseo femenina pero también masculino en "Picnic" puede confundirse con una visión machista pero en realidad es lo contrario: ellas aceptan un estatus tradicional sexista sólo por despecho o bien lo rechazan en clave emancipadora: SPOILER.
A mí me ha gustado la crueldad repitliana con la que se juzga a las personas en función de su estatus sexual, las expectativas de ascenso social que representa la belleza femenina y, sobre todo, la sinceridad con la que expresa una idea completamente cierta: todos los hombres queremos mujeres diez; todas las mujeres quieren hombres diez. Pero el atractivo personal, la valía o la suerte acaba emparejando a las personas de una forma distinta, que aunque cabe aceptar, no deja de causar cierta frustración, una frustración que sería, o es, un modo de vida muy normal. Este deseo femenina pero también masculino en "Picnic" puede confundirse con una visión machista pero en realidad es lo contrario: ellas aceptan un estatus tradicional sexista sólo por despecho o bien lo rechazan en clave emancipadora: SPOILER.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La elección de Madge (Kim Novak) es doblemente traumática, primero porque renuncia al estatus de "la más bella del pueblo", querida, admirada, incluso envidiada, por todos, que se casa con el más rico (vale que no lo quiere y que es más feo, pero eso es lo de menos en el mensaje) y cumple todos sus sueños, por el de una chica normal que va a la ciudad a buscar a su "amor". En definitiva, baja del pedestal para igualarse con todos, especialmente con los hombres. Esto es libertad y emancipación femenina pero al mismo tiempo una degradación social y personal de las mujeres, promovida por el feminismo, que conste, lo que explica la segunda parte de esa elección.
Y segundo, ella no sólo accede a estar con un hombre, que aunque sea William Holden, no tiene donde caerse muerto, es prácticamente un mendigo, que además le saca 15 años; sino que se intuye que la va a llevar por el camino de la amargura. Su madre le dice que no la va a mantener, que beberá (seguramente le pegará además por este motivo) y que tendrá otras amantes. Madge en vez de negar este futuro o incluso alegar que cambiará, responde con un espeluznante "no se quiere a las personas sólo porque sean perfectas", dando a entender que acepta todo esto y lo que le echen.
A mí esta postura, como soy un machista redomado, me puede parecer indignante pero en 1955 era liberador y desde luego completamente igualitario: si la mujer quiere ser tratada igual que un hombre, pues tiene sus mismos deseos y aspiraciones, ¿por qué va a aspirar a que la mantenga, a que no le pegue o no la engañe con otras? ¿Quién es ella para decirle que, por ejemplo, no beba? ¿Y luego nos sorprendemos de que exista violencia de género?
Y segundo, ella no sólo accede a estar con un hombre, que aunque sea William Holden, no tiene donde caerse muerto, es prácticamente un mendigo, que además le saca 15 años; sino que se intuye que la va a llevar por el camino de la amargura. Su madre le dice que no la va a mantener, que beberá (seguramente le pegará además por este motivo) y que tendrá otras amantes. Madge en vez de negar este futuro o incluso alegar que cambiará, responde con un espeluznante "no se quiere a las personas sólo porque sean perfectas", dando a entender que acepta todo esto y lo que le echen.
A mí esta postura, como soy un machista redomado, me puede parecer indignante pero en 1955 era liberador y desde luego completamente igualitario: si la mujer quiere ser tratada igual que un hombre, pues tiene sus mismos deseos y aspiraciones, ¿por qué va a aspirar a que la mantenga, a que no le pegue o no la engañe con otras? ¿Quién es ella para decirle que, por ejemplo, no beba? ¿Y luego nos sorprendemos de que exista violencia de género?