Si ya por separado los superhéroes de la Marvel lo petan, la reunión de todos ellos en la esperada "Vengadores: Infinity War" es ya el acabose. Por supuesto, se ha convertido en la más taquillera del año con más 2.046 millones de dólares recaudados en todo el mundo pero es que a precios no ajustados es la cuarta que más ha ganado en toda la historia. El problema de este tipo de ensalada en la que hay que colocar a todos los personajes es que realmente hay demasiados y al final nada destaca. Es más, la película se percibe como un pretexto para juntarlos y no os quiero contar el cliffhanger brutal que nos colocan al final, así que ya tenemos secuela a la vista, por si alguien lo dudaba. Por cierto, qué diferencia cuando aparece el equipo del Capitán América (Chris Evans), que es mi favorito, con los horteras de "Guardianes de la Galaxia" (2014 y 2017).

Como elementos positivos, la película para durar más de dos horas y media no se hace aburrida, la cantidad de personajes repartidos en varios escenarios le confiere dinamismo y hay una trama muy clara que permite la exhibición de pirotecnia. Ahora bien, cuenta con un error gravísimo, que es un villano estúpido aunque vaya de profundo y que trata de dar pena. Os dejo los tres gazapos más irritantes que le he descubierto: 1º La estúpida manera en la que Gamora (Zoe Saldana, ¡no, otra vez no y encima verde y sin cejas!) se convierte en su hija. 2º Soy el más malo del universo, mato a pueblos enteros pero dejo a todos los superhéroes con vida para que en el futuro me puedan derrotar. 3º El peor y que hace que el film sea absurdo: si las gemas del infinito pueden cumplir tus deseos, ¿no puede pedir mejor alimentar a la población "sobrante"?