Bueno, quizás exagero, porque a algunos les ha gustado pero hacedme caso, la película no es gran cosa. Sea como fuere, "Nadie saldrá vivo de aquí", que contra todo pronóstico, por su temático, actores y director, es británica se basa en una novela de Adam Nevill, un escritor que no conocía en absoluto pero con ésta y con "El ritual" (2017) ya van dos adaptaciones casi seguidas en el género de terror. Y al igual que la otra, un defecto que tiene es que el elemento fantástico no tiene entidad propia, es un mero símbolo de algo más terrenal. Es decir, que le acaba saliendo más un drama que una de miedo.

Dicho lo cual "Nadie saldrá vivo de aquí" es cortita, tiene una trama llevadera y funcional, y es difícil que no empatices con la sufrida protagonista, inmigrante y sin dinero en un país extranjero. Sin embargo, los elementos con los que cuenta el relato están mal conectados y de hecho no produce nada parecido a la angustia y ya no digo pavor. En realidad, se parece más a un thriller tipo "Cautivos" (2007), pero notablemente peor hecha, y esto no se arregla introduciendo arbitrariamente y sin ningún sentido fantasmas, apariciones, sueños o visiones hasta llegar a un final chapuza con varios errores serios.