Lo peor que tiene Pixar es que sus productos son presentados como obras maestras, una detrás de otra. Uno se acerca con alguna expectativa y se lleva el inevitable chasco. Sin embargo, si nos tomamos "Los increíbles" como una animación de aventuras, un mero entretenimiento, puede resultar amena. En este sentido, su mezcla de drama familiar, superhéroes y acción sin tregua le aseguró el cuarto puesto en la recaudación mundial del 2004. Para ser precisos, si la primera parte más intelectual resulta un poco mema, pese a un inicio prometedor, la segunda más animada hace que te acabe dejando un buen sabor de boca. Ciertamente, el dibujo por ordenador sigue siendo feo, la película es definitivamente para adultos, que el arranque es absurdo, que tiene algunos momentos muy crueles, con muertes innecesarias, que la parodia a 007 es excesiva o que también está hecha de retazos sacados de "Spy Kids" (2001), "X-Men I" (2000), "X-Men II" (2003) o "Spiderman 2" (2004), incluso me ha recordado a "Star Wars V" (1980) o a "Piratas del Caribe" (2003).

Como contrapartida, los trajes femeninos, con esas botas altas negras y esos guantes de látex, son sexys. Y hablando de ellas, se han copiado al completo de los poderes de los cómics de "Los Cuatro Fantásticos". Ya puestos, confieso que de todas estas habilidades, me quedo con las de de Violeta. Hablando más en serio, "Los increíbles" tienen la particularidad añadida de haber sido elegida por la National Review como la segunda mejor película conservadora de los últimos 25 años. ¿Por el canto familiar? No lo creo sino por el discurso antigualitario. Aclaro, que lo que se conoce como conservadurismo, sobre todo en Estados Unidos, no es tal, sino liberalismo ortodoxo. Pues aquí se defiende la existencia de una élite meritocrática mientras se ataca los intentos, tanto de llegar a ella, en el malo, como de mantenerla al nivel de la masa. Se dice que si todo el mundo es especial, nadie lo es. Luego, sólo hay unos pocos elegidos. El resto, a admitir su liderazgo. La idea es muy discutible pero está claro que se presenta con bastante simpleza.