Media votos
4,3
Votos
4.426
Críticas
4.424
Listas
113
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Reaccionario:
6
5,9
7.521
Aventuras. Drama. Romance
Año 1886. Tras un naufragio frente a las costas de África, el heredero de la familia Greystoke, John Clayton, huérfano a los pocos meses de nacer, es adoptado por una tribu de simios, entre los que vive durante años. Descubierto por el Capitán D’Arnot, el joven Tarzán es llevado a Inglaterra, presentado a su familia y educado de acuerdo con su rango. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2013
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a que no he leído la novela de Edgar Rice Burroughs esta versión del popular personaje de Hugh Hudson es la más fiel a la obra literaria, excepto por algún detalle menor. No me extraña que fuera nominada a mejor guión adaptado en 1984. Otra cosa distinta es la interpretación o el mensaje que pueda ser alterado ligeramente en esta película. Sea como fuere, "Greystoke" es una cinta de la vieja escuela, muy cuidada técnicamente, mezcla del cine de aventuras y el drama con tintes épicos. Muy buena ambientación, fotografía, banda sonora, maquillaje y unos efectos especiales fabulosos. Esos monos no tienen nada que envidiar a los del "Planeta de los Simios" de Tim Burton. En definitiva, un espectáculo de cierta grandiosidad, muy bien rodado, con el tono y el pulso de las grandes obras. Ahora bien, "Tarzán, el rey de los monos" no convence por la historia en si, tan retorcida que es imposible que guste al espectador.
No se me escapa que tras el primitivo personaje hay toda una filosofía vital y una reflexión sobre el ser humano por parte de Burroughs. Pero tal y como está contado este enfrentamiento entre civilización-naturaleza no se lo cree nadie. ¿Que hay de malo en esta sociedad humana? Pues prácticamente nada. Sí, hay muerte, pero ¿acaso no la hemos visto también en plena jungla? En realidad, John Clayton (Christopher Lambert) está mejor que quiere, ocupando un lugar absolutamente privilegiado dentro de la sociedad británico. En este retrato no hay pobreza, ni delincuencia, ni mentira, ni explotación, ni ninguna de las taras que forman parte de la naturaleza humana. Es más, me atrevería decir que el mundo recreado es idílico. Lo único censurable es el mal trato a los animales pero tiene guasa que las fieras quieran dar lecciones de como tratar al prójimo. Como si ellos no se cazaran entre si. Los humanos, animalizados y los animales, humanizados.
De esta forma no hay manera de que uno simpatice o entienda al protagonista. Encima con una increíblemente bella Andie MacDowell, en el papel de una encantadora Jane, que le está rondando. Qué me lo iba a pensar yo. Por cierto que lo de esta mujer es espectacular. Después de verla tantas veces haciendo publicidad para L'Oreal e incluso en películas más recientes como "Cuatro bodas y un funeral" (1994) sin que te llamara la atención, la veo con 26 añitos en su primer papel (venía de ser modelo) y te quedas sin palabras de lo guapa que está. Por si fuera poco, con esos vestidos, algunos de ellos preciosos, y los peinados que lleva, que favorecen aún más su atractivo. Tenemos que esperar casi una hora y cuarto para que salga pero vale la pena esperar. Volviendo a lo del principio, lo apuntado por el de las gafitas es la pura verdad. Él es el conde de Greystoke y no aceptarlo supone un fracaso. Ahí está el principal fallo de esta historia.
Por otro lado, me temo que Hugh Hudson hace trampas en la relación Tarzán-Jane. Al menos salva los muebles en dos cosas. Primero, entiendo que ella se pueda sentir atraída por este hombre-mono no como pasa con la versión de 1932, entre otras razones porque con ella se comporta como un caballero y sólo cuando está con otros hace el tonto. Se ve que el belga le enseño a ser un seductor y a hablar en francés para cortejar a las damas. Y segundo, hace que Jane mantenga su dignidad. Un final diferente al que ofrece sería completamente aberrante (SPOILER). Por si fuera poco el dilema al que se le ofrece a Jane es tan falso como el del propio conde. Porque no se trata de escoger entre el hombre-salvaje y el hombre-civilizado, sino entre el buen partido y otro viejo (45 años), petulante e iracundo. La gracia hubiera estado en que hubieran puesto un galán tan bueno como Clayton, a ver a quién escoge Jane.
No se me escapa que tras el primitivo personaje hay toda una filosofía vital y una reflexión sobre el ser humano por parte de Burroughs. Pero tal y como está contado este enfrentamiento entre civilización-naturaleza no se lo cree nadie. ¿Que hay de malo en esta sociedad humana? Pues prácticamente nada. Sí, hay muerte, pero ¿acaso no la hemos visto también en plena jungla? En realidad, John Clayton (Christopher Lambert) está mejor que quiere, ocupando un lugar absolutamente privilegiado dentro de la sociedad británico. En este retrato no hay pobreza, ni delincuencia, ni mentira, ni explotación, ni ninguna de las taras que forman parte de la naturaleza humana. Es más, me atrevería decir que el mundo recreado es idílico. Lo único censurable es el mal trato a los animales pero tiene guasa que las fieras quieran dar lecciones de como tratar al prójimo. Como si ellos no se cazaran entre si. Los humanos, animalizados y los animales, humanizados.
De esta forma no hay manera de que uno simpatice o entienda al protagonista. Encima con una increíblemente bella Andie MacDowell, en el papel de una encantadora Jane, que le está rondando. Qué me lo iba a pensar yo. Por cierto que lo de esta mujer es espectacular. Después de verla tantas veces haciendo publicidad para L'Oreal e incluso en películas más recientes como "Cuatro bodas y un funeral" (1994) sin que te llamara la atención, la veo con 26 añitos en su primer papel (venía de ser modelo) y te quedas sin palabras de lo guapa que está. Por si fuera poco, con esos vestidos, algunos de ellos preciosos, y los peinados que lleva, que favorecen aún más su atractivo. Tenemos que esperar casi una hora y cuarto para que salga pero vale la pena esperar. Volviendo a lo del principio, lo apuntado por el de las gafitas es la pura verdad. Él es el conde de Greystoke y no aceptarlo supone un fracaso. Ahí está el principal fallo de esta historia.
Por otro lado, me temo que Hugh Hudson hace trampas en la relación Tarzán-Jane. Al menos salva los muebles en dos cosas. Primero, entiendo que ella se pueda sentir atraída por este hombre-mono no como pasa con la versión de 1932, entre otras razones porque con ella se comporta como un caballero y sólo cuando está con otros hace el tonto. Se ve que el belga le enseño a ser un seductor y a hablar en francés para cortejar a las damas. Y segundo, hace que Jane mantenga su dignidad. Un final diferente al que ofrece sería completamente aberrante (SPOILER). Por si fuera poco el dilema al que se le ofrece a Jane es tan falso como el del propio conde. Porque no se trata de escoger entre el hombre-salvaje y el hombre-civilizado, sino entre el buen partido y otro viejo (45 años), petulante e iracundo. La gracia hubiera estado en que hubieran puesto un galán tan bueno como Clayton, a ver a quién escoge Jane.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al final se separan Jane y Tarzán pues hubiera sido traumático que ella se quedase en la jungla con Tarzán, que por lo que se ve prefiere a las gorilas antes que a la MacDowell. Habría que verlo en plan cariñoso con las monas, sexo incluido, pues eso es lo que va a pasar, si es que no ha sucedido antes. Es cierto que él podría haberse quedado en Inglaterra pero con su proceder demuestra que no está a la altura de las circunstancias y que es un matado por lo que merece no quedar con la chica.
Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Jane? Por ahí se dicen cosas pero yo os voy a contar la historia verdadera. Jane está un poco decepcionada tras la marcha de Tarzán pero poco después aparece un apuesto Lord, joven (atención, que Jane es varios años mayor que Tarzán), rico y con personalidad. Vamos un máquina, un completo derechista, que se enamora perdidamente de esta belleza, dulce y femenina. Él trata de conquistarla mientras que Jane al principio se hace de rogar, pero al poco tiempo comienza a verlo con simpatía, luego con cariño y al final descubre que está locamente enamorada de él. Así, como dice el cuento, se casaron, vivieron felices y comieron perdices. Algunos comentan, aunque no estoy seguro de ello, que unos años más tarde regresó Tarzán para descubrirla felizmente casada y con varios nenes. Y lo peor que lo había olvidado por completo. Y en ese momento descubrió Tarzán que era un tonto y regresó a la selva con su gorila para no volver más.
Hay un episodio previo de interés en el que Jane avergonzada le confiesa a su prometido que no es pura. Más o menos le dice: "yo estaba confundida y triste por la muerte de mi tiíto (plan "Mago de Oz"). Y entonces una noche apareció como una auténtica fiera ese bruto de Tarzán. Yo no quería, te lo juro, pero no pude resistirme a su pasión animal. Yo no sabía que lo hacía y me tomó con rudeza, como lo hacen las bestias, sin ninguna consideración" Silencio. Él: "sigue, sigue, que me están poniendo a cien".
Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Jane? Por ahí se dicen cosas pero yo os voy a contar la historia verdadera. Jane está un poco decepcionada tras la marcha de Tarzán pero poco después aparece un apuesto Lord, joven (atención, que Jane es varios años mayor que Tarzán), rico y con personalidad. Vamos un máquina, un completo derechista, que se enamora perdidamente de esta belleza, dulce y femenina. Él trata de conquistarla mientras que Jane al principio se hace de rogar, pero al poco tiempo comienza a verlo con simpatía, luego con cariño y al final descubre que está locamente enamorada de él. Así, como dice el cuento, se casaron, vivieron felices y comieron perdices. Algunos comentan, aunque no estoy seguro de ello, que unos años más tarde regresó Tarzán para descubrirla felizmente casada y con varios nenes. Y lo peor que lo había olvidado por completo. Y en ese momento descubrió Tarzán que era un tonto y regresó a la selva con su gorila para no volver más.
Hay un episodio previo de interés en el que Jane avergonzada le confiesa a su prometido que no es pura. Más o menos le dice: "yo estaba confundida y triste por la muerte de mi tiíto (plan "Mago de Oz"). Y entonces una noche apareció como una auténtica fiera ese bruto de Tarzán. Yo no quería, te lo juro, pero no pude resistirme a su pasión animal. Yo no sabía que lo hacía y me tomó con rudeza, como lo hacen las bestias, sin ninguna consideración" Silencio. Él: "sigue, sigue, que me están poniendo a cien".