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Voto de Reaccionario:
7
Drama Tony Montana es un emigrante cubano frío e implacable que se instala en Miami con el propósito de convertirse en un gángster importante, y poder así ganar dinero y posición. Con la colaboración de su amigo Manny Rivera inicia una fulgurante carrera delictiva, como traficante de cocaína, con el objetivo de acceder a la cúpula de una organización de narcos. (FILMAFFINITY)
30 de julio de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy recomendable película de Brian de Palma sobre el mundo de la mafia cubana, y sobretodo, del narcotraficante, Tony Montana. El personaje que tan bien interpreta Al Pacino es media película, que pese a lo extenso de su metraje, en ningún momento te se hace larga.

Se trata de un retrato lo más realista posible. La mafia no desprende el más mínimo glamour (más bien es hortera: trajes, salones, casas, coches, etc.), ni encanto, ni tiene el más mínimo poder de sugestión. Nada tiene que ver el auténtico Tony Montana con el blandengue capo de "Una historia del Bronx", el filósofo de "Infiltrados" o el insulso de "Camino a la perdición". Y al igual que Montana, todo lo que le rodea, su mundo, brutal, violento, despiadado.

Ciertamente la película trata sobre la ambición, una ambición desmedida que lleva al ascenso y caída de Tony Montana como poderoso narcotraficante. Pero no es un camino sencillo. En él, va perdierdo los restos de humanidad que le quedaban. Interesantes escenas como cuando se está bañando después de discutir con Elvira y luego con Manny, reflejan perfectamente la soledad, el hastio, la megalomanía a la que alcanzan, su deterioro mental, su adicción a la coca, su embrutecimiento.

Y, a pesar de todo, de toda la maldad de la que es capaz, sientes respeto y hasta admiración por él. Porque como dice "nunca ha matado a nadie que no lo mereciera". Mantiene cierto código del honor que le impide matar a ún inocente, lo que a la postre será su perdición. Y aún cuando vaya de cabeza al infierno, habría personas que le agradezcan de corazón lo que ha hecho por ellas, de forma desinteresada y pura.

La cinta te deja escenas muy buenas como la del enfrentamiento con los colombianos y el tio de la sierra, realmente angustiosa o el final, apoteósico y sangriento. Y pese a cierto gusto por la sangre o lo gore, nada te choca, precisamente por el significado que adquiere lo narrado, por el simbolismo de todo esto, por la denuncia del mundo viciado de la droga. Más tarde llegará un Tarantino y te sacara un tio amputando miembros y metiéndose unas rayas pero sin nada detrás, vacio, sin significado, simplemente para regodearte en esas acciones

Destaco también a Michel Pfeiffer que parece una drogadicta de verdad, la excelente música de George Moroder y el acertado guión de Oliver Stone, si prescindimos de sus chorraditas. (como cuando Manny trata de enseñar a ligar a Montana en la piscina), diálogos también muy tarantinianos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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