No, no es como aquella mítica colección de libros "Dungeons & Dragons" por más que Tom Shadyac se las apañe para juntar "dragones" y "fantasmas" como si fuera una aventura de espada y brujería. Nada más lejos de la realidad. La "Sombra de la libélula" es un drama entre romántico y fantástico que gira sobre la supuesta comunicación entre la vida y la muerte, y por lo tanto de modo tangencial la existencia de vida más allá de la muerte. El doctor Joe Darrow (Kevin Costner) se queda viudo pero al poco tiempo se convence de que su esposa pretende comunicarse desde ¿el más allá?

Vaya por delante de que la doctora Emily Darrow (Susanna Thompson), aquí son médicos todos, la mujer de Joe, se gana nuestro reproche desde el minuto uno. Resulta que esta señora no tiene nada mejor que hacer que irse a la selva venezolana en su estado y dejando a Joe, es decir a Kevin Costner haciendo de Kevin Costner, tirado por ahí. Anda que lo iban a hacer muchas. Bromas al margen, "Dragonfly" se desenvuelve por ese camino, entre el misterio, la búsqueda y la fe en el más allá. Es un poco blandita pero se ve con gusto. Eso sí, la casuística paranormal me parece bastante excesiva.