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España España · Valladolid
Voto de Polifonía:
9
Comedia No pudiendo rodar en New Hampshire, el director de cine Walt Price decide trasladarse a una pequeña ciudad, en el estado de Vermont, al enterarse de que allí hay un viejo molino, elemento indispensable para la película. Todo parece perfecto, pues es una localidad tranquila y además los vecinos están ansiosos por participar como figurantes y mezclarse con lo más brillante de Hollywood. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena comedia de David Mamet acerca del mundo del cine, en concreto sobre los profesionales, director, equipo de dirección, guionista, productor, etc, que inician el rodaje de una película en un pueblecito casi desconocido de EE.UU.

"Te diré una cosa Ann (Rebecca Pidgeon): Si eres blanda, toda tu vida la gente te despreciará, despertarás su codicia, se aprovecharán de ti. Así es la naturaleza humana."

La verdad es esas palabras que una secuencia de la película le dirige a Ann su novio en la historia, parecen dirigidas a la verdadera Rebecca Pidgeon, una excelente actriz que debía estar recibiendo ofertas inmensas para actuar en las mejores cintas cinematográficas y que sin embargo apenas si se la ve más allá de las cintas que ha filmado con su esposo David Mamet.

"—¿Y cómo te llevas con esa buena gente? (la del pueblo sencillo y llano)— Le pregunta el productor recién llegado al pueblo donde se rueda, al director del filme que ya lleva varios días allí.
—Como las lebianas y los perros."

Ja, ja, ja. Es un ejemplo buenísimo, vamos que ni un anillo al dedo.

"En la vida no hay segundas oportunidades. Sólo tenemos la segunda oportunidad de cometer el mismo error."— El guionista escucha esta frase en un anciano del pueblo hablando con otro, lo copia y lo mete en el guión de la película que ruedan.

"El pasado no salva una vez más" (dice Ann cuando se va la luz eléctrica y ha de echar mano de un quinqué).

En fin, una película simpática, crítica y que nos hace vivir un rodaje casi "in situ" gozando de todos sus recovecos, circunstacias, ajos y sales.

Por último, recomendar fijarse bien en el papelazo que hace el hermano del director, Tony Mamet, en su papel de electricista, cuando discute con el encargado del hotel un trabajo de electricidad que tiene que realizar. Digno de observarse con atención.
Polifonía
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