Película de sencillas pretensiones, pero cruda realidad en donde Paulina García, quien encarna a Gloria de una manera magnífica; refleja un cambio no solo de su personaje, sino un cambio del mundo que la rodea. En donde nuestra protagonista va lentamente y con madurez logrando una mutación que la hará comprender por fin quién es y qué quiere de la vida para obtener su propia felicidad y libertad. Una de las tantas cosas que las mujeres llegadas a un cierto punto de sus vidas necesitan, (después de haber criado y fracasado en un matrimonio).
Este cambio inminente se logra gracias a la llegada de Rodolfo, interpretado por Sergio Hernández, (Maestro de la actuación), quien pretende tener una relación con Gloria en donde no se involucra totalmente, ya que aún tiene un lazo de dependencia con su ex mujer e hijas. Lo que de a poco provoca que la protagonista se de por entendida que esa no es la vida que busca, y es así como decide comenzar una vejez digna y sin culpas.
Esta película inspira risa, ternura, comprensión y admiración hacia Gloria, quien se transforma para el espectador desde una Mamá a una amiga o heroína que consigue conquistar su propia vida y dar la vuelta de página al pasado, no enterrándolo, sino mas bien recordándolo como anécdota.
Recomiendo ésta película que sin duda no busca la perfección, sino la realidad y aceptación.