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España España · Barcelona
Voto de David MS:
7
Ciencia ficción. Intriga. Fantástico Hannon Fuller, un magnate de los negocios y empresario emprendedor, muere en extrañas circunstancias. Su amigo y mano derecha, Douglas Hall, se ve lanzado a un mundo de crímenes y decepciones, llegando a descubrir que Fuller llevaba una peligrosa doble vida que se movía entre dos mundos paralelos: uno en 1937 y otro en el presente... (FILMAFFINITY)
22 de noviembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simulacron-3 es una novela de Daniel F. Galouye (1920-1976) que sirvió como base para la película Nivel 13 (1999), según se dice una adaptación algo vaga pues no se parece mucho al libro. Produce Roland Emmerich aprovechando su éxito con Independence Day (1996) y posteriores para colar en Hollywood un par de compis de su Alemania natal, el director Josef Rusnak y el compositor Harald Kloser. Decir que ambos han encontrado su lugar, el primero realizando largometrajes directos a video con Wesley Snipes, el segundo poniendo música al cine de Emmerich.

El reparto: Craig Bierko (Cinderella Man), Vincent D'Onofrio (el recluta patoso de La Chaqueta Metálica), Gretchen Mol (Rounders), Armin Mueller-Stahl (La Caja de Música) y Dennis Haysbert (24, The Unit).

Hannon Fuller, (Mueller-Stahl) dueño de una poderosa empresa de software informático es asesinado cuando estaba trabajando en un videojuego de realidad virtual situado en el Los Angeles de los años treinta. La experiencia del juego hace que el que se conecte a la máquina -situada en el nivel 13 del edificio- se pueda meter en el avatar de un ciudadano de esa época, una experiencia totalmente real. En ese mundo Fuller ha dejado un mensaje para Douglas Hall (Bierko), su mano derecha en la empresa. El mensaje guarda un secreto por el que algunos están dispuestos a matar.

Dark City, Desafío Total, Matrix... Nivel 13 tiene parentesco con este tipo de cine con mundos imaginarios, diferentes dimensiones, sueños dentro de sueños, y realidades con hipótesis varias para salir del cine discutiendo amigablemente sobre diferentes posibilidades. Nivel 13 no está a la altura ni de la peor de ellas, pero es un producto bastante aceptable, con no pocos apartados a valorar. Un buen guión, un sorprendente giro del mismo a las puertas del tercer acto -destripado en la portada- y una ambientación de los años treinta lograda. Buen debut de Rusnak, mejor que la carrera integra del productor Emmerich.

Los puntos flacos, porque desde luego no es perfecta: no es muy complicada, para los aficionados a este tipo de cine es una experiencia un poco light, un Philip K. Dick de estar por casa. La trama policial sobre la que gira es bastante rutinaria y no aporta mucho. Tampoco pasa a la historia un tercer acto, con un clímax ramplón y una historia de amor tan impostada como el happy ending final. Por último, Craig Bierko no convence como protagonista, soso, el peor de un reparto cumplidor.
David MS
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