La películas de Eddie Murphy se caracterizaban, en general, por una sola cosa, tener como objetivo entretener, y en casi todas lo consigue, esta que nos ocupa, es quizá, de las más famosas de su corta, pero fructífera (en lo económico) carrera, tampoco merece una especial mención, cine fácil de digerir, una historia inverosímil de corte fantástico, un humor infantil, pero en algunas ocasiones efectivo, un metraje ajustado (lo suficiente para no aburrir) y una dirección, si no correcta (que no lo es), lo máximo exigible para un Blockbuster de los 80,s, ayuda la personalidad y brio de su protagonista, como no podía ser de otra manera, y en definitiva, sin exigir, se deja ver.

Por otra parte, unos efectos especiales bastante precarios (seamos justos, ya se habían rodado "Star Wars" "Blade Runner, etc..), una escenografía cutre y "feista", nada destacable, y los años, no lo olvidemos, esta cinta ha envejecido mal, y hoy en día resulta tosca y rancia, está demasiado enmarcada en un sector ya casi olvidado que duele.

Por otro lado, la exótica presencia de Charlotte Lewis, quizá lo único aprovechable de la película, no incomoda y alegra la vista. al menos, eso nos queda...

Lo siento, vista hoy en día no pasa la ITV, no aprueba, y en la lejanía se veía con otros ojos.

Saludos