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Voto de dalubla:
5
4,8
4.457
Fantástico. Thriller. Drama
En lo profundo de la montaña Dovre, algo gigantesco se despierta después de mil años de cautiverio. La criatura destruye todo a su paso y se acerca rápidamente a Oslo. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2022
18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película Noruega de aventuras en las que se nos presentan una amenaza bastante original. Muy al estilo de Godzilla pero utilizando el folclore popular noruego. Con un apartado técnico bastante decente con un CGI funcional y nada "cantoso" y unas actuaciones que cumplen. El guion está muy currado y me ha encantado la primera parte: el como se nos presenta a la criatura y se da una explicación creíble pero adaptada a la cultura popular. Hasta aquí lo bueno, puesto que a la mitad de la cinta la calidad cae en picado por los motivos que explicaré en la zona de spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película parece echa en dos mitades, la primera con buenos guionistas y la segunda al estilo de... a ver cómo salimos de ésta. Os cuento, se nos dice que los Trolls habitaban noruega hasta la llegada del cristianismo que los erradico porque no cuadraba con sus escrituras. Los Trolls se defendieron atacando iglesias y por ello les molesta el sonido del replicar de las campanas. Los trolls son enemigos de los cristianos, no de los humanos, pero este troll parece que arrasa con todo y no tiene miramientos en zamparse gente (por lo visto le gusta su sangre), lanzarles piedras o pisarlas cual cucarachas. Eso sí, en una escena salva a un niño de morir porque sí, y es que todo Troll tiene su corazoncito.
Vamos a ver, señores guionistas, no podíais haber explicado esto comentando que los trolls pueden oler la sangre de la gente bautizada y así podríamos darle contexto a que mate a unas y a otras no. Al Troll se le dispara con armas de fuego, misiles y cañonazos pero no les hace ni un rasguño (cosa que sí haría a una montaña), pero para acabar con él se le quiere lanzar una bomba (creo recordar que no dicen que sea nuclear pero se intuye), que igual lo mata pero lo quieren disparar en la ciudad de Oslo con todos sus habitantes (por lo visto no les preocupa a los políticos noruegos las elecciones).
Y el final no tiene mucho sentido porque se supone que la luz del sol los convierte en piedra, pero se le ha visto darse un paseíto por el día y no le ha pasado nada. Luego puede convertirse en piedra siempre que quiera para camuflarse o para evitar la luz del sol, pero lo pueden vencer al final con luces ultravioletas de las cabinas que te ponen moreno. Pero justo antes de convertirlo en piedra la protagonista le da mucha penita y apaga los aparatos, vaya a ser que algún colectivo se ofenda. Pero diez segundos después sale un poquito el sol y se convierte en piedra. ¿En serio? no se ha podido autoconvertir como en la primera mitad de la película y ha preferido inmolarse porque sí.
En fin, que una buena idea se echa por tierra en los últimos veinte minutos de película. Podría haber sido la revelación del año pero se ha quedado en un quiero y no puedo. Al menos se salva que es entretenida.
Vamos a ver, señores guionistas, no podíais haber explicado esto comentando que los trolls pueden oler la sangre de la gente bautizada y así podríamos darle contexto a que mate a unas y a otras no. Al Troll se le dispara con armas de fuego, misiles y cañonazos pero no les hace ni un rasguño (cosa que sí haría a una montaña), pero para acabar con él se le quiere lanzar una bomba (creo recordar que no dicen que sea nuclear pero se intuye), que igual lo mata pero lo quieren disparar en la ciudad de Oslo con todos sus habitantes (por lo visto no les preocupa a los políticos noruegos las elecciones).
Y el final no tiene mucho sentido porque se supone que la luz del sol los convierte en piedra, pero se le ha visto darse un paseíto por el día y no le ha pasado nada. Luego puede convertirse en piedra siempre que quiera para camuflarse o para evitar la luz del sol, pero lo pueden vencer al final con luces ultravioletas de las cabinas que te ponen moreno. Pero justo antes de convertirlo en piedra la protagonista le da mucha penita y apaga los aparatos, vaya a ser que algún colectivo se ofenda. Pero diez segundos después sale un poquito el sol y se convierte en piedra. ¿En serio? no se ha podido autoconvertir como en la primera mitad de la película y ha preferido inmolarse porque sí.
En fin, que una buena idea se echa por tierra en los últimos veinte minutos de película. Podría haber sido la revelación del año pero se ha quedado en un quiero y no puedo. Al menos se salva que es entretenida.