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Voto de Federico_Casado:
10
Drama. Ciencia ficción Justine (Kirsten Dunst) y su prometido Michael (Alexander Skarsgård) celebran su boda con una suntuosa fiesta en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía se dirige hacia la Tierra... (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2011
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para gustos, los colores. Hay gente que se emociona con Rachmaninov y otra que lo hace con King Africa; y hay gente que disfruta del Jamón de Jabugo 5 jotas... y otra que, inexplicablemente, prefiere un bocata de chopped (pork). ¿Quién tiene razón? Pues todos y ninguno. Si tomamos el planteamiento del cine como medio de expresión artístico, como algo más que una simple atracción de centro comercial en fin de semana, donde se va a pasar (o mejor dicho, matar) el tiempo durante dos horas y media mientras se leen (y envían) mensajes en el móvil, se comen 2 kilos de palomitas y 2 litros de refresco y se mete mano al novio/novia (en todas las posibles combinaciones, por supuesto), entonces quizás podamos empezar a plantearnos la exquisitez, la sabiduría y el aplastante buen gusto de Von Trier a la hora de hacer cine, más allá de sus rabietas políticamente incorrectas (que incluyen hasta declaraciones a favor de Hitler, costándole muchos problemas...). De acuerdo, según el propio Trier, esta película puede ser basura pretenciosa. Pero yo más bien veo una obra de arte incontestable. Como un cuadro de El Bosco, un retablo fascinante donde el director, con la habilidad de un maravilloso artista, es capaz de hacer uno de los mejores retratos del alma humana de la historia del cine. Ahí queda eso. Así de simple, así de contundente...y así de radical, como el propio Trier. Esa supuesta banalidad con la que intenta retratar cada uno de los personajes, cada una de las situaciones, es demoledora a nivel emocional, conmociona prácticamente a cada plano. Y si hablamos del lenguaje audiovisual, tendríamos que remontarnos al "2001" de Kubrick y a Strauss para encontrar una simbiosis tan perfecta entre imagen y música, ya que el preámbulo del film, con partitura de Wagner, es una de las más bellas reflexiones audiovisuales que se hayan hecho en la historia del cine. Puro arte, pura expresión que contiene además un profundo e irónico mensaje a la sociedad occidental, como un sonoro tartazo al modo de vida que se está acabando. (SIGUE EN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
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