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España España · ZAMORA
Voto de Ketman:
10
Drama Principios del siglo XX. En un palacio de Bengala, un terrateniente, al oír la música de la fiesta que celebra su arrogante vecino con motivo de la iniciación de su hijo, recuerda el gran recital que organizó con motivo de la de su propio hijo, así como los importantes acontecimientos que sucedieron después en su vida. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2017
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1958 se estrenó Vértigo de Hitchcock y también este Salón de música de Satyajit Ray que creo que es no solo su mejor película( al menso de las que conozco de él) sino también una de las grandes películas que nos ha dado el cine. Esta película que al parecer no tuvo mucho éxito en la India sí que la tuvo en Estados Unidos y posteriormente en Europa. Aquí Ray supo atrapar muy bien el concepto de nostalgia por un tiempo pasado mejor, una nostalgia autodestructiva, que la definía Tarkovski más o menos como el "sentimiento de quien lejos de lo se ama es consciente de depender de su propio pasado de un modo inexorable, insidioso y tan difícil de sobrellevar como si fuera una enfermedad"; pues de alguna manera es lo que le pasa a este noble terrateniente arruinado que recuerda los grandes fastos de iniciación a su hijo y que poco a poco va cayendo hacia su autodestrucción: siente que lo que le rodea se va derrumbando, sino se ha derrumbado ya, que las tradiciones en que se ha apoyado y que ha vivido van cambiando, sólo le queda la música el amor a la música. Los temas preferidos, el conflicto entre lo nuevo y lo viejo y los cambios de la sociedad, temas recurrentes en sus películas también aquí se dan. Pero aquí de una manera más visceral, se ve, se nota, se siente como la vida moderna, " lo nuevo" va perforando e invadiendo el mundo en el que habita dejando su arruinado palacio, prácticamente en un solar.
El estilo de la película es muy elegante toda ella, con unos travelling, y planos secuencia que recuerdan a las películas de Ophuls y en particular a El placer. Unos planos rebuscados pero a la vez nada abruptos a diferencia de Wells; se me viene a la cabeza El gatopardo, películas de Ozu, las Hermanas de Gion de Mizoguchi.......
y cuando estoy escribiendo estas líneas, creo que también a mí me pasa de alguna manera lo mismo que al noble Roy, añorando una manera de hacer películas como las de antes, que muy a mi pesar nunca volverá.
Ketman
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