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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
7
Drama Año 2012, la ciudad maliense de Tombuctú ha caído en manos de extremistas religiosos. Kidane vive tranquilamente en las dunas con su esposa Satima, su hija Toya e Issam, un niño pastor de 12 años. Pero en la ciudad los habitantes padecen el régimen de terror impuesto por los yihadistas: prohibido escuchar música, reír, fumar e incluso jugar al fútbol. Las mujeres se han convertido en sombras que intentan resistir con dignidad. Cada día, ... [+]
22 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cierto que el cine mauritano no tiene ningún tipo de repercusión y pueda resultar sorprendente que una película de esta nacionalidad sea seleccionada en la carrera de los Oscars. Sin embargo si indagamos un poco sobre ella descubriremos que ‘Timbuktu’ (basada en hechos reales) es una estupenda película realizada por un director de prestigio, reconocimiento y talento para tratar temas tan complicados como la globalización, el exilio, la deslocalización y ahora la opresión fundamentalista.
Abderrahmane Sissako es un director y productor africano musulmán nacido en Mauritania que estudió cine en Moscú y que ha realizado trabajos en Mali y Francia. Su película ‘Waiting for hapiness’ se proyectó en 2002 en Cannes en la sección Un Certain Regard consiguiendo la FIPRESCI. En 2007 Sissako, bajo producción malí, dirigió ‘Bamako’, película con gran seguimiento aunque no obtuvo ningún reconocimiento, para finalmente competir por la Palma de Oro en Cannes 2014, ser nominada al Oscar a mejor película de habla no inglesa y arrasar en los prestigiosos Premios César (los Goya franceses) con 7 premios, incluidos los de mejor película, director y guion por la estupenda película que nos ocupa, ‘Tombuktu’.

Muchos son los factores que hacen de esta coproducción franco-mauritana una película a tener en cuenta. Por un lado posee una cuidada e impecable realización, donde contemplamos lo pulido de cada plano además del simbolismo que desprenden muchos de ellos, sin dejar de lado la magnífica fotografía que nos regala. Sin duda su parte técnica está muy trabajada y no se le puede sacar ni un pero. Interpretativamente la película rezuma realismo donde la austeridad y la parsimonia de sus vidas contrastan con lo radical e inquisidora de sus impostores gobernantes. Son de destacar las interpretaciones del franco-tunecino Abel Jafri (‘La última tentación de Cristo’ de Mel Gibson), Kettly Noël (‘Vidas al límite’) y Pino Desperado, nombre artístico del músico Ibrahim Ahmed y que debuta en la interpretación como protagonista.

‘Tombuktu’ destapa de una manera brutal la desesperante situación que viven los ciudadanos de muchas localidades africanas que se rigen bajo el control yihadista. Una lacra opresora de la que muchos musulmanes islámicos desean huir y que no comparten en absoluto. El film de Abderrahmane Sissako revela la diferencia de mentalidad que existe dentro de la comunidad musulmana, enfrentando a quienes utilizan la religión como arma opresora de quienes respetan la vida y la armonía por encima de guerras religiosas partidistas. Un acto de denuncia a través del cual Sissako recela del trato global que la comunidad musulmana recibe habitualmente del mundo occidental, con una clara tendencia a fomentar un odio generalizado.
La película muestra como en 2012, la ciudad maliense de Tombuctú es gobernada a golpe de prohibición –de escuchar o tocar música, de reír, fumar o jugar al fútbol– por un grupo de extremistas religiosos. Todo mientras Kidane (Pino Desperado), su esposa Satima (Toulou Kiki), su hija Toya e Issam, un niño pastor de 12 años, viven pacíficamente en las dunas próximas a la capital cuidando de su ganado y viviendo pacíficamente. La vida de la nómada familia se ve alterada cuando un vecino mata a una de las vacas de Kidane, hecho este que provocará que sus vidas cambien por completo.

El relato alterna la tranquila vida de la familia protagonista con la opresiva vida en la ciudad. En la urbe comprobamos el contraste existente entre la carencia de cualquier utensilio o comodidad pero sin embargo con la posesión de un móvil como mínimo o de cámaras digitales o grandes todoterrenos en el caso de los radicales. Un modo de esclavitud, la del móvil, no exclusivo del mundo desarrollado. También es muy interesante –y desesperanzador– comprobar como el sacerdote local trata de convencer en más de una ocasión al líder yihadista de que no es el camino correcto, la caprichosa motivación de las prohibiciones (dando lugar a una escena con un balón de fútbol imaginario que no se me quita de la cabeza), la utilización de la fuerza cuando el resultado de las conversaciones educadas no desembocan en el resultado esperado o la creación de un absurdo tribunal en base a normas inventadas y con trágicas consecuencia.

Reconociendo todas las bondades de la película he de decir que el previsible final y el excesivo alargamiento de este me hicieron rebajar el film de la excelencia al notable, no obviando su interés cultural y narrativo.

Lo mejor: La inteligencia del discurso. La realización y fotografía.
Lo peor: Lo previsible que resulta el desenlace.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 8
Interpretaciones: 7,5
Guion: 7,5
Dirección: 8
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7,3

@hilodeseda - www,habladecine.com
Hilodeseda
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