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Voto de Sergio Berbel:
6
Drama Sin trabajo ni futuro, Álex y Cata han soñado toda la vida con irse del barrio juntas. Las dos saben que se tienen la una a la otra, lo que les ayuda a sobrellevar su realidad. Mientras planean su huida, cada noche la disfrutan como si fuese la última. Son frágiles, como el vuelo de las libélulas, suspendidas en equilibrio.
10 de enero de 2023
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“Libélulas” no es una mala película y, sin embargo, la ópera prima de Luc Knowles deja cierta sensación de oportunidad perdida para haber creado una cinta de referencia generacional. Porque la historia de perdedoras a las que la vida no les da la más mínima opción desde que nacieron en un barrio marginal hasta el último de sus días merecía menos confusión, menos confusa pretensión coral y más clarividencia, más meter el dedo en su realidad social y menos en la parte criminal en torno al tráfico de drogas. Pero, sobre todo, porque la impresionante interpretación que regalan la ya consagrada Milena Smit y la sorprendente Olivia Baglivi merecía estar al servicio de una cinta mucho más perfecta.

A priori, el guión, también firmado por el propio cineasta, contiene algunas reflexiones muy lúcidas contra el positivismo y el optimismo vacío y contra ese pensamiento genocida de que todo el mundo puede llegar a donde quiera si se esfuerza lo suficiente. Nos cuenta la historia de dos jóvenes que son fracasadas natas, nacidas en una localidad marginal de la sierra, nunca han visto el mar ni el más mínimo futuro más allá de la realidad de los trabajos precarios y las drogas.

Por eso, Cata (una Milena Smit antológica) y Álex (espléndida Olivia Baglivi, toda una sorpresa) sueñan con salir de su pueblo y cambiar de vida lo más lejos de allí que sea posible. Pero la realidad las atrapa: Cata encadenada a un padre que debe cuidar desde que sufrió un accidente cardiovascular; Álex a su hermana y su sobrina, con las que vive desde que murió su madre, drogadicta como todos en el barrio. Malviven con trabajos indignos en un microcosmos de fiestas al límite como única forma de evasión posible y muchas drogas. Saben que carecen de futuro. El tiempo les va dando la razón. Son libélulas, apenas sostenidas en precario y frágil equilibrio ante el abrasador mundo.

La dirección del debutante Luc Knowles es esteticista, quizás un tanto afectada y pretenciosa en algunas ocasiones, pero básicamente acertada, brillando en un plano secuencia sostenido por la interpretación de sus dos protagonistas realmente espléndido que conforma, sin la menor duda, el mejor momento del film.
Sergio Berbel
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