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Voto de Shinboneniná:
6
6,8
41.514
Thriller. Intriga
Un escritor (McGregor) acepta a regañadientes el encargo de terminar las memorias del primer ministro británico Lang (Pierce Brosnan), tras la muerte de la persona que lo estaba haciendo. Para ello, se instala en una isla de la costa este de Estados Unidos. Al día siguiente de su llegada, un exministro acusa a Lang de autorizar la captura ilegal de presuntos terroristas y su entrega a la CIA, hechos que constituirían un crimen de ... [+]
2 de abril de 2010
55 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que ambas partículas representan lo mejor y lo peor de la película. McGregor, con ayuda de la brillante puesta en escena y el dominio técnico de Polanski, sostiene él solito la película. Aguanta largos planos y, pese a mostrarnos su desorientado rostro casi en cada segundo de metraje, el personaje no empalaga. Pero el otro Mc, el McGuffin, hace aguas por todas partes. En eso sí se parece ‘El escritor’ a las obras de Hitchcock, autor de media docena de buenas películas y un montón de morralla, aunque endiosado per secula seculorum. Otro tanto para el director polaco: presenta un guión inverosímil, plagado de personajes y situaciones casi surrealistas y consigue que nos los traguemos con absoluta normalidad.
Nos camela a través de inspiradas interpretaciones (Wilkinson, tan sobrio y convincente como de costumbre; nostálgica aparición de Wallach, casi centenario) y de diálogos muy refinados. Como un plato de alta cocina, cuenta con ingredientes exquisitos, una presentación excelsa…pero a la hora de la verdad, lo que uno echa de menos es el incomparable sabor del potaje de la abuela. Toda la película es puro artificio. Uno de los momentos más efectistas es el del viaje de la notita manuscrita, un atentado contra el sentido común. Como también lo es el descifrado del mensaje, el asunto del GPS o la risible seguridad que custodia el escrito original, más viajero que la guía Campsa. Además, analizando con frialdad, casi ninguna acción de los personajes tiene lógica o sentido.
Ha conseguido captar mi atención, pero nunca acabó de atraparme, y supongo que tendré que volver a verla para consolidar la frustración que me ha dejado, o bien para saludarla como una obra maestra. Se agradece su elusión de rodeos, es sencilla y directa. No es cine de acción: el título, el protagonista y el tratamiento recalcan en todo momento la importancia de las palabras. Casi nunca explícita, es una constante y elegante sugerencia que interpela al espectador. Por otro lado, me cuesta creer que el personaje de Brosnan, alter ego de Tony Blair, sea tan grotesco; me inclino a pensar que detrás está la mala leche de Polanski.
Hay un evidente clasicismo en el ritmo narrativo, en la sobria ambientación, en la planificación… y en el maniqueísmo de trama y personajes: buenos y malos con la única visagra que representa el protagonista, que al final toma partido de modo descarado.
Nos camela a través de inspiradas interpretaciones (Wilkinson, tan sobrio y convincente como de costumbre; nostálgica aparición de Wallach, casi centenario) y de diálogos muy refinados. Como un plato de alta cocina, cuenta con ingredientes exquisitos, una presentación excelsa…pero a la hora de la verdad, lo que uno echa de menos es el incomparable sabor del potaje de la abuela. Toda la película es puro artificio. Uno de los momentos más efectistas es el del viaje de la notita manuscrita, un atentado contra el sentido común. Como también lo es el descifrado del mensaje, el asunto del GPS o la risible seguridad que custodia el escrito original, más viajero que la guía Campsa. Además, analizando con frialdad, casi ninguna acción de los personajes tiene lógica o sentido.
Ha conseguido captar mi atención, pero nunca acabó de atraparme, y supongo que tendré que volver a verla para consolidar la frustración que me ha dejado, o bien para saludarla como una obra maestra. Se agradece su elusión de rodeos, es sencilla y directa. No es cine de acción: el título, el protagonista y el tratamiento recalcan en todo momento la importancia de las palabras. Casi nunca explícita, es una constante y elegante sugerencia que interpela al espectador. Por otro lado, me cuesta creer que el personaje de Brosnan, alter ego de Tony Blair, sea tan grotesco; me inclino a pensar que detrás está la mala leche de Polanski.
Hay un evidente clasicismo en el ritmo narrativo, en la sobria ambientación, en la planificación… y en el maniqueísmo de trama y personajes: buenos y malos con la única visagra que representa el protagonista, que al final toma partido de modo descarado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El desenlace es absurdo: no es creíble que el escritor revele su descubrimiento a lo loco, poniendo en evidente peligro su vida ante unos tipos que han sido capaces de ejecutar a un ex primer ministro británico, nada menos.
Supongo que el guión no le habrá hecho demasiada gracia al pirado de Lyndon LaRouche, que defiende justo lo contrario de lo que plantea la película, que Obama es un agente del MI5-MI6 británico al servicio de la reina de Inglaterra; visitad su web, que es la monda. Cómo están las cabezas, Manolo.
Supongo que el guión no le habrá hecho demasiada gracia al pirado de Lyndon LaRouche, que defiende justo lo contrario de lo que plantea la película, que Obama es un agente del MI5-MI6 británico al servicio de la reina de Inglaterra; visitad su web, que es la monda. Cómo están las cabezas, Manolo.