Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
8
Drama Un hombre parcialmente disminuido, de nombre Karl (Billy Bob Thorton) es liberado del hospital mental en el que se encontraba ingresado. Todo ello 20 años después de matar a su madre y a otra persona. Karl, al que siempre le preguntan si sería capaz de volver a matar -él responde que ya no hay necesidad- vuelve al pequeño pueblo donde nació y entabla amistad con un adolescente llamado Frank (Lucas Black). Muy pronto Karl conocerá a ... [+]
3 de enero de 2009
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos, indudablemente, ante una de esas pequeñas joyas que -muy de vez en cuando- engendra el cine norteamericano. Una de esas pelis condenadas de antemano al penoso semiostracismo con el que los medios de comunicación suelen premiar cualquier trabajo que no se amolde convenientemente a las prosaicas exigencias del gran público. Una peli que expone temas tan delicados como la discriminación, el maltrato, la reinserción o la complicidad con una sensibilidad exquisita. Sin esa estúpida voluntad de sentar cátedra. Con humildad y un realismo tan frío como terriblemente honesto. Tal vez por eso mismo estimo justo y necesario ensalzar de forma rotunda las virtudes de un film cuya aureola de intimismo y modestia es, precisamente, su mejor baza.

De hecho, la sobria y soberbia interpretación de Billy Bob Thornton sintetiza a la perfección la esencia de “El otro lado de la vida”. Como no podía ser de otro modo, el director-guionista-protagonista imprime a su obra un ritmo reposado y una atmósfera de contención que, lejos de restarle interés, contrastan deliberadamente con algunas secuencias de elevado dramatismo y mantienen al espectador atento a todo cuanto pueda acontecer. Es como si el inalterable tono de voz de Karl (escuchar a Billy Bob en VO es impagable), ese agradable zumbido de motor que tanta tranquilidad le transmite al chico, consiguiera hipnotizarnos durante todo el metraje para acabar devolviéndonos a la cruda realidad con dos certeros cuchillazos.

Absolutamente recomendable para todo aquel que esté hasta el gorro de lacrimógenas, edulcoradas y adulteradas historias de deficientes mentales.
Taylor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow