“Colette” lleva al extremo la percepción de que el cine británico ha adquirido tal grado de competencia a la hora de realizar cine de época que ha terminado por caer en la rutina y que, por diferentes que puedan ser por fuera adaptaciones de Jane Austen o revisiones de la vida de Charles Dickens, en esencia, por dentro, son todas lo mismo. Como prueba puedo aportar que la mejor crítica de “Colette” es la propia sinopsis: «Cuenta la historia de Sidonie-Gabrielle Colette (Keira Knightley), autora de las polémicas novelas que causaron gran revuelo en el (...)» porque la película da exactamente eso, ni más, ni menos: la historia de Sidonie-Gabrielle Colette (Keira Knightley), autora de las polémicas novelas, etc etc…

¿Lo bueno? Su valor documental y divulgativo, claro, ya que es una forma dramatizada de acercarnos a la historia de un personaje histórico no demasiado conocido de una forma más amena que tener que tragar una biografía de 800 páginas o un documental del Canal de Historia. ¿Lo malo? Realmente nada. De atrezzo va bien, la caracterización es ejemplar (de las que adaptan al actor a su papel con el fin de llegar a un parecido razonable sin aplastarle bajo kilos de látex y maquillaje) y las interpretaciones son teatrales, muy expresivas, con un papel de los que le gustan a Keira porque le permiten poner sus miradas de catálogo: la de desaprobación máxima ante la rigidez de las sociedades victoriana y post-victoriana y el mohín coqueto cuando habla con alguien de quien está enamorada. Además, transmite esa sensación de rigor histórico de que te te puedes fiar de que lo que cuenta está ajustado o todo lo ajustado posible a la realidad.

Lo que pasa es que esa sensación de rigor va a acompañada de una sensación de desarraigo, de falta de pasión, de falta de energía, de haber caído en la rutina que hablábamos antes. Nadie en la dirección, interpretación o escritura de guion parece tener algún motivo para contar lo que cuenta que no sea el hecho de que tocaba hablar de la tal Colette. La película no es reivindicativa, no es lírica, no es épica, simplemente es… bueno, alguien abrió el libro de personajes históricos ingleses por la ‘C’ y tocó esta chica, así que todos a sus puestos, motor, cámara y acción. Y si en lugar de la ‘C’, hubiera salido la ‘B’ de Emily Brömte pues la película hubiese sido la misma, con la misma gente con otra indumentaria.

Gustará a los interesados en la Colette como escritora o en sus obras. Y a los estudiantes de literatura inglesa que tengan que hacer un trabajo sobre Colette. Y a los apasionados de la Inglaterra de principios de siglo XX. Y a los fans de Keira. Para los demás será sólo un poco de cultura que nunca viene mal, pero que, desgraciadamente, no suele permanecer mucho en la memoria.