Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
7
Fantástico. Aventuras. Romance Adaptación de la novela "El pequeño caballo blanco", de Elizabeth Coudge. En 1840, tras la muerte de su padre, Maria Merryweather, una niña de trece años, se traslada al sudoeste de Inglaterra para vivir en la mansión de sir Benjamin, su excéntrico tío segundo. Para llegar a la casa, hay que atravesar un largo túnel, que desemboca en un mundo mágico, lleno de árboles que parecen de plata. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable producto que destaca por ser de las pocas películas entendibles por los más pequeños y capaz de sorprender a adultos, sumergiendo a unos y otros en una historia de fantasía de las de antes de que los efectos especiales estuviesen al alcance de cualquiera y de que con un fajo de billetes pudieras llenar la pantalla de elementos generados por ordenador. Naturalmente, el espectador debe compensar con imaginación la carencia de elfos, enanos y dragones digitales, pero, a poco que se intente, más de uno redescubrirá el placer de volver a pensar, dejar volar la mente y soñar. Es otra clase de espectáculo, ni mejor ni peor, simplemente diferente y más sano incluso.

No penséis, sin embargo, que “El secreto de la última Luna” es una obra teatral de fin de curso de quinto de EGB. Hay acción a raudales, no todo tienen que ser batallas multitudinarias; gran ambientación, no hace falta que cada píxel esté retocado, basta con esforzarse en buscar el atrezzo apropiado y las localizaciones adecuados; caras conocidas, aunque no necesariamente de moda; valores y mucha, mucha imaginación, imaginación por todas partes, un buen cuento llevado a la pantalla como antiguamente, de esos que queríamos que nos volviesen a leer.

Hay que olvidarse de “El Señor de los Anillos” y similares, que juegan en otra división, y pensar en lo bien que se pasa volviendo a la fantasía en estado puro de “Stardust”, “La historia interminable” o “Inkheart”, a lo teatral, a que vegetación, animales y castillos sean también parte vital de la historia y tengan su peso en la trama sin necesidad de trucarlos o generarlos. “El secreto de la última luna” es un ejemplo de que una historia con los ingredientes apropiados (emoción, emotividad, ilusión, sueños) y un poco de talento y entusiasmo, se puede hacer una obra digna de mención. Ideal para ver con niños y que desarrollen su mente.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow