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Voto de El Nota:
8
7,1
134
Drama. Musical
Un drama que tiene como fondo a la célebre prima donna española del siglo XIX María Malibrán, muerta a los veintiocho años mientras cantaba en una velada musical. Un film que está más cerca de Murnau o Stiller que de los contemporáneos de Schroeter.... Los actores parecen caminar o gesticular conforme a las leyes de otro planeta y avanza a una velocidad que no sabríamos reconocer como lenta ni rápida y es una especie de emoción pura y ... [+]
29 de junio de 2011
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Como me ha encantado encontrarme con esta peculiar película alemana que tuve la suerte de conocer hace un par de años!.
Y es que todo empezó cuando un muy buen amigo mío, curtido en experiencias audiovisuales dada su larga profesión dedicada al cine, comenzó a recomendarme algunas de las películas que echaban en la filmoteca de Madrid (el gran Cine Doré). Pues bien, marcando y redondeando películas para ver en el programa, de repente llegamos al punto donde ponía que se proyectaba "La muerte de María Malibrán", película que a priori había descartado por mis nulas referencias hacia la película y al director.
Pero cual fue mi sorpresa cuando este amigo cinéfilo me comenta que en su día (año 1972) fue una película muy transgresora y bizarra, solo que dudaba de que hubiera envejecido bien..¡Estaba ante el Pink Flamingos alemán y todavía no me había dado cuenta!!!!
Pues bien, cuando llegó la fecha me aventuré a verla con mi colega Jarri, y es que de lo malo, íbamos a pasar una tarde fresquita dentro del cine a un módico precio.
Pero nada más lejos de la realidad (esta es la parte de la crítica dónde se entiende el título de ésta...).
Recordaré siempre el visionado de este film por ser la película capaz de destrozar en menos tiempo los modales de toda esa gente aparentemente educada y bienpensante. Y es que desde los diez o quince primeros minutos ya era normal escuchar con cierta cadencia y desde diferentes lugares del cine frases tan cinéfilamente descriptivas como "¿¡Pero que mierda es esto!?", "¿¡Que C*ñ* hemos venido a ver!?", "¿¡Pero bueno hombre, esto no hay quien lo aguante!?". Jajajaja. Solamente recordarlo me divierte muchísimo pensar como ese tal Werner Schroeter, casi cuarenta años después de su creación, podía estar incomodando tanto a la gente.
(Continúo en el spoiler por falta de espacio, no desvelo nada del argumento)
spoiler:
Y es que todo empezó cuando un muy buen amigo mío, curtido en experiencias audiovisuales dada su larga profesión dedicada al cine, comenzó a recomendarme algunas de las películas que echaban en la filmoteca de Madrid (el gran Cine Doré). Pues bien, marcando y redondeando películas para ver en el programa, de repente llegamos al punto donde ponía que se proyectaba "La muerte de María Malibrán", película que a priori había descartado por mis nulas referencias hacia la película y al director.
Pero cual fue mi sorpresa cuando este amigo cinéfilo me comenta que en su día (año 1972) fue una película muy transgresora y bizarra, solo que dudaba de que hubiera envejecido bien..¡Estaba ante el Pink Flamingos alemán y todavía no me había dado cuenta!!!!
Pues bien, cuando llegó la fecha me aventuré a verla con mi colega Jarri, y es que de lo malo, íbamos a pasar una tarde fresquita dentro del cine a un módico precio.
Pero nada más lejos de la realidad (esta es la parte de la crítica dónde se entiende el título de ésta...).
Recordaré siempre el visionado de este film por ser la película capaz de destrozar en menos tiempo los modales de toda esa gente aparentemente educada y bienpensante. Y es que desde los diez o quince primeros minutos ya era normal escuchar con cierta cadencia y desde diferentes lugares del cine frases tan cinéfilamente descriptivas como "¿¡Pero que mierda es esto!?", "¿¡Que C*ñ* hemos venido a ver!?", "¿¡Pero bueno hombre, esto no hay quien lo aguante!?". Jajajaja. Solamente recordarlo me divierte muchísimo pensar como ese tal Werner Schroeter, casi cuarenta años después de su creación, podía estar incomodando tanto a la gente.
(Continúo en el spoiler por falta de espacio, no desvelo nada del argumento)
spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
He ido ha muchas películas controvertidas al Doré y nunca ha pasado algo parecido. Puedes oir algun grito o queja aislada en Eraserhead, Videodrome o La montaña sagrada, pero nunca al nivel que intento que entendaís.
Y es que no solo fueron los insultos, sino también la disidencia, ya que la gente iba saliendóse de la sala mediante una especie de goteo contagioso, que si no lo era, ya se ocupaban los que salían de propagarlo, alentando a ese público inconsciente que nos quedábamos viendo ambas escenas (las de la pantalla y las de fuera) con sutiles recomendaciones como "¿¡Pero por qué no salís!?, ¡venga vamos, ¿¡tú no te sales!?, esto es inaguantable!". Jajajaja.
Así que este es mi recordatorio de la película, basado en mi experiencia con ella y no en la descripción de ésta, porque si algo de razón tenía toda esa gente enfadada, es que es una película muy personal, muy peculiar y muy sensorial. La amas o la odias. Yo no sé si fué la genialidad de algunos momentos surrealistas con esa mezcla de géneros tan estravagante, o el odio que vi hacia ella, pero lo cierto es que me encantó conocer a María Malibrán.
Desde luego a mí sí, y me imagino que a gran parte de esa mitad, de la mitad, de la mitad de los espectadores que quedábamos después de haber empezado la película, y que descubrí al encenderse las luces.
Y es que no solo fueron los insultos, sino también la disidencia, ya que la gente iba saliendóse de la sala mediante una especie de goteo contagioso, que si no lo era, ya se ocupaban los que salían de propagarlo, alentando a ese público inconsciente que nos quedábamos viendo ambas escenas (las de la pantalla y las de fuera) con sutiles recomendaciones como "¿¡Pero por qué no salís!?, ¡venga vamos, ¿¡tú no te sales!?, esto es inaguantable!". Jajajaja.
Así que este es mi recordatorio de la película, basado en mi experiencia con ella y no en la descripción de ésta, porque si algo de razón tenía toda esa gente enfadada, es que es una película muy personal, muy peculiar y muy sensorial. La amas o la odias. Yo no sé si fué la genialidad de algunos momentos surrealistas con esa mezcla de géneros tan estravagante, o el odio que vi hacia ella, pero lo cierto es que me encantó conocer a María Malibrán.
Desde luego a mí sí, y me imagino que a gran parte de esa mitad, de la mitad, de la mitad de los espectadores que quedábamos después de haber empezado la película, y que descubrí al encenderse las luces.