La historia muestra muy bien la dinámica de la época: Dado que las mujeres generalmente no trabajaban, la única esperanza económicamente de una familia que sólo tenía hijas, era conseguir matrimonios ventajosos para ellas. Se muestra también cómo incluso el hogar familiar estaba en peligro, al no poder heredar las mujeres y, pasar por tanto todas las propiedades del padre a un sobrino, en caso de muerte de este.

La película trata de la familia Bennet que tienen cinco hijas y acuden al baile de bienvenida del señor Bingley, un soltero rico de la ciudad que viene de visita a su casa verano, con la intención de encontrarles marido a Jane, la mayor de ellas. Según se nos cuenta después, era costumbre que las hijas se casaran en orden de edad, o como mínimo, estaba mal visto presentar a las hijas pequeñas sin que las mayores estuvieran prometidas. En ese baile conocemos también a Lizzie, que se niega a representar el rol de dama de aquella época y demuestra ser inteligente, culta y con carácter propio. Lizzie conoce al señor Darcy, que acompaña al señor Bingley y cuya primera impresión es que se trata de alguien arrogante, orgulloso y que tiene por costumbre 'No bailar si puede evitarlo'.

Quizás la parte más floja del guión, es que desde esos primeros momentos del baile, es muy previsible lo que va a pasar en la trama principal, y cómo, probablemente, Lizzie y Darcy van a jugar constantemente al ratón y el gato. Pero he de reconocer que, al menos para mí, eso no me ha impedido disfrutar igualmente de la historia.

En la película hay varias tramas que se van entrecruzando, todas ellas relacionadas con alguna de las hermanas Bennet.

Jane, la mayor, prácticamente se promete en ese baile. Pero, en algún momento, Bingley vuelve a Londres sin terminar de llevar a cabo la pedida de mano. Su hermana además, le desaconseja totalmente prometerse con alguien de origen tan humilde con y esa familia. Jane se va a Londres un tiempo con la esperanza de verle allí, pero al parecer no consiguen encontrarse. Finalmente se vuelve al pueblo a vivir con su familia y, en un momento dado, Bingley volverá para prometerse con ella.

Lizzie va indignándose cada vez más con Darcy a cada historia o detalle que va conociendo de él. Pero, vemos que por otro lado también se va enamorando. Hay momento concreto en el que Darcy confiesa su amor a Lizzie y ella le recrimina sobre una historia del pasado con un amigo suyo. Y él además le confiesa que es quien fue responsable en parte de que Bingley dejara de cortejar a Jane. Por lo que Lizzie le dice que en la vida se prometería con él. Sin embargo, Darcy le deja una carta en la que explica todo, demostrando que en realidad ha sido 'prejuzgado' por Jane. En un momento dado, vuelve a interferir para volver a unir a Bingley y Jane, porque él también había juzgado erróneamente los sentimientos de Jane, y ayudando a encontrar a la hermana fugada. Demostrando su generosidad hacia la familia Bennet y su amor por Lizzie. Y, finalmente, ambos acaban comprometiéndose al final de la película. Con el padre de Lizzie apoyándola en la decisión.

La hermana pequeñas que se fuga con el capitán, amigo de Darcy y corre el riesgo de deshonrar a toda la familia. Acaba casándose con él, gracias a que Darcy le da una prima económica al capitán y el padre de la chica le promete una asignación mensual.

Vemos también cómo el señor Collins, primo de las hermanas, y heredero de las tierras y la casa familiar. Deseaba inicialmente casarse con Jane, corteja después a Lizzie al estar Jane comprometida, cómo ella se niega a seguir el rol de la época y le rechaza por no ser el tipo de relación que busca y cómo entonces acaba casándose con la mejor amiga de esta.

Y se nos muestran otros detalles como una madre vulgar, gritona y charlatana debido a su poca educación. La búsqueda constante de un matrimonio ventajoso y un esposo incluso entre los militares. La arrogancia de la aristocracia y un padre 'moderno' que apoya a su hija más rebelde.