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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
6
Drama. Romance André, un abogado casado, se encarga de defender a Yvette, una bella joven acusada de hurto. Durante la preparación de la defensa, se sentirá cada vez más atraído por ella hasta el punto que no verá que Yvette no está siendo sincera con él. (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claude Autant-Lara fue uno de esos directores odiados por los chicos de la Nouvelle Vague. Consideraban su cine acartonado, apolillado, convencional y acomodaticio. Quién les iba a decir que muchos años después ellos acabarían rodando películas tan profesionales, convencionales y acomodaticias como En cas de malheur, al menos Truffaut y Chabrol. Godard siempre fue por libre, y Rohmer siempre fue proclive a los largos y farragosos diálogos. Pues bien, En cas de malheur (me niego a emplear el absurdo título de FA; deberían recordar que en su momento se estrenó como En caso de desgracia) es una película muy presentable, realizada con buen ritmo, muy bien fotografiada, con un guión trabado con firmeza a partir de la novela de Georges Simenon.
Por supuesto, el mayor aliciente de la cinta es el enfrentamiento entre dos monstruos sagrados del cine francés: Jean Gabin, que siempre pareció mucho mayor de lo que era, y la maravillosa Brigitte Bardot, en su primera prestación verdaderamente dramática después de una serie de comedietas inofensivas. El resultado es excelente y acaba en tablas. Él, colérico, impulsivo, seguro de sí mismo, pero blando en el fondo; ella, la gatita frágil, de escasa inteligencia, necesitada de protección y de amor. Ella es lo que lo es, no puede remediarlo (ni quiere), y los hombres siempre serán su perdición. Sobre todo porque elige mal. Muy mal. Bardot no se arredra ante el gigante del cine galo y le da la réplica con su repertorio de mohines y fruncimientos de sus adorables labios. ¡Ay, si pudieran hablar esos morros impúdicos! Los años transcurridos no la han apolillado, gracias a esa atmósfera de despreocupada inmoralidad tan querida por el cine de allende los Pirineos.
Para mis hermanos erotómanos, no os hagáis muchas ilusiones. Ella enseña su precioso culo durante unos 10 segundos como máximo. Pero la película, en sí, vale la pena.
Eduardo
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