La noche que... es un guiño a aquellas viejas comedidas-con-muerto que tan en boga estuvieron a mediados del siglo pasado, desde Arsénico por compasión hasta El quinteto de la muerte, pasando por ¿Dónde pongo este muerto? Con el apoyo de un elenco de seis personajes y un sólo decorado, lo que habría podido ser un mamotreto teatral aburrido y cerrado en sí mismo se transforma en un burbujeante pasatiempo, con frecuentes cambios de trayectoria hasta culminar en la sorpresa final... o penúltima. Inés París mueve la cámara con desparpajo, a pesar del reducido escenario, y lo confía todo a su guión, escrito con la colaboración del veterano Fernando Colomo, y a la entrega de los actores, todos muy conscientes de lo que se llevan entre manos, desde un Eduard Fernández que habla con la voz de Agustín González, hasta una tremenda Belén Rueda, cada vez más hermosa y segura de sí misma, pasando por la pizpireta Patricia Montero, de curvas y volúmenes más que apreciables. Por supuesto, chapeau para Diego Peretti, haciendo de sí mismo, que nos depara momentos de comicidad insospechada, sin caer nunca en el histrionismo.
Una agradable sorpresa de Inés París, que hasta hora no nos había deparado grandes alegrías. Confiemos en que siga por el mismo camino.