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España España · Madrid
Voto de Charles:
6
Drama Cyril, Moocher, Mike y Dave son cuatro amigos de Bloomington, una pequeña ciudad de Indiana, que se encuentran en la encrucijada de sus vidas, esa etapa entre la adolescencia y la edad adulta en la que las dudas sobre el futuro no dejan pensar. La obsesión de Dave son las bicicletas, y esa afición le llevará a participar en una carrera que cambiará su vida y la de sus amigos. (FILMAFFINITY)
15 de julio de 2018
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La chicharra canta, y el sol ciega.
El calor es asfixiante, pero se tolera.
Quién no ha pasado un verano así, de los que de la nada surge todo.

'El Relevo', entre sus moderadas virtudes que más bien parecen fruto de la casualidad, consigue canalizar un sentir concreto, y a veces eso basta para sostener todo lo demás.
Porque no me interesa la pandilla de Dave, tan fanfarrona y despreocupada como todos los chicos de su edad. Tampoco me importa la enésima obsesión romántica que no pasa de la cara bonita, ni todas las locuras que hace para ganarse su atención, yendo un poco más allá de lo que la chica ve habitualmente.
Durante un buen rato, la película juega con tu paciencia, y te preguntarás si merece la pena quedarse por algo.

Entonces viene, de la nada, el toque de gracia al inacabable optimismo de Dave.
Y a ti, que se te empezaba a hacer tan insoportable como a su padre, con su obsesión italiana y ridículas expresiones, te asalta la pregunta "¿por qué me da tanta pena este niñato?".
Porque ha saltado esa barrera.

La que te reveló que todo el mundo hace trampas, aunque tú no quieras.
La que te enseñó que el mundo no es tan bonito como creías, y que todo dios tiene sus problemas.
Y, finalmente, la que te quita esa venda de la cara, mostrándote como el estúpido que no sabías que eras.
Probablemente Peter Yates debió de pensar que si se acercaba demasiado a la tontería adolescente encontraría el momento de la verdad, y dió en el clavo.

A partir de entonces, la competición ya no es solo una carrera en bicicleta, sino una prueba de que Dave y su pandilla pueden aspirar a más, cuando por primera vez se sienten pequeños y no saben si llegarán.
Incluso él puede llegar a darse cuenta de que su padre, eso que hasta entonces solo había sido una figura cómica para tomarse a broma, es una persona con sus propias preocupaciones, y una sacrificada filosofía de lo lejos que su hijo puede llegar.

Todos hemos llegado a ese momento en el que hay que dejar de mirar todo bonito, para poder asumirlo como es y crecer sobre lo que nos ha estado reteniendo, por fin.
Y cuando lo ves así de sencillamente representado, tocando las teclas adecuadas de nostalgia, es que algo se habrá hecho bien.
Charles
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