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Costa Rica Costa Rica · Me encantan las galletas
Voto de Javier Moreno:
6
Drama En Japón, en un futuro cercano, el envejecimiento de la población se acelera. El gobierno estima que, a partir de cierta edad, los mayores se convierten en una carga inútil para la sociedad e implementa el “Plan 75”. Dicho programa propone a los ancianos un acompañamiento logístico y financiero para poner fin a su vida. Una candidata al Plan 75, Michi, un reclutador del gobierno, Hiromu, y una joven auxiliar de enfermería filipina, ... [+]
30 de abril de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El contraste entre el piano suave y la violencia parece augurarnos algo clave en PLAN 75 y también en nuestro entorno hoy. Esa esquizofrenia con la que queremos vivirlo todo al máximo y, a su vez, que nada nos perturbe demasiado. Ese sino al que dirigimos nuestras políticas que nos adormece mientras ejecuta las más violentas acciones. Diplomacia y protocolo acallando la vida.

Así nace el segundo largometraje de Chie Hayakama, presentada en Cannes 2022 y con toda la crítica a favor. Es una distopía no muy lejana en la que se organiza un plan que elimine a las personas mayores de 75 años a fin de que no sean lastre ni acarreen gastos. Ya de por sí, el planteamiento, es duro. Nada nuevo, lo que no le resta dolor.

Los jóvenes serán los encargados de acompañar del mejor modo posible en el fin de las vidas de sus mayores. No se habla de muerte, sino de un fin feliz. En alguna ocasión, se rompe la cuarta pared, como para increparnos. Eso acelera el debate y aviva al espectador. Su estética es algo anodina y se repiten planos de salas de espera y procesos burocráticos. Consigue el objetivo, pero ralentiza el ritmo.

La crueldad no aparece de manera violenta, sino desde el cinismo y cierto humor negro. El mensaje, poco a poco, va calando. La simbología no puede faltar y pincha Hayakama la misma herida varias veces. Es a los 50 minutos cuando sucede el acontecimiento. Aparecen los inconvenientes, se vuelve a romper la cuarta pared, ayudándonos a reflexionar. Y se vuelve a frenar en los diálogos, la película se vuelve mística, nos estamos acercando a eso de "el fin de la vida" y aunque el desenlace es lento, nos deja una puerta abierta a la discusión. Todos los personajes, curiosamente, son buenos. Y es que individualmente es difícil sacar pegas, cuando el tema fundamental es la comunidad y los cuidados que se tejen en ella. Y sin esa comunidad, aparece la precariedad laboral y otros problemas que se hacen visibles con este PLAN 75.

No creo que acabe bien ya que no saca partido a todo lo que cabría esperar, da la sensación de haber dejado flecos ondeando al poco viento que provoca una película que plantea algo tan interesante. Con buenas sensaciones, uno se queda pensando si recordará algún pasaje. Sin embargo, da la sensación de que veremos a esta directora en otras ocasiones, tiene un gran talento.

Merece la pena.
Javier Moreno
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