No sorprende después de ver “Cape fear” (1962) que Hollywood se haya fijado en esta cinta de suspenso para enseñársela a una nueva generación a principios de los 90s, ya que su composición la hace sin necesidad de excesos, una pieza rica en oscuridad y criminalidad de corte referencial.

Muy psicológica, de insinuaciones constantes pero elegantes gestos, J. Lee Thompson mueve la batuta para que Gregory Peck y Robert Mitchum se enfrenten en una guerra fría con el espectador como testigo de un conflicto de incierto desenlace.

Cabe destacar el modo de manejar los pocos elementos de la época y hacerlos lucir en una cinta de este tipo, con saltos temporales, buenas secuencias de acción, musicalización acorde y un contexto de época y cine clásico que hace más valorable su desarrollo.

Traducida como “Cabo de miedo” (o terror) se trata de una película imperdible de la vieja escuela, de esas que se replican hasta el cansancio y por último, se realizan nuevas versiones de ella. Cabe entonces razonar el por qué del interés generacional posterior y por ende, por qué ver los sucedáneos si se puede apreciar la obra genuina.

Peck y Mitchum van por todo y en poco más de hora y media prometen no decepcionarlo, con suspenso pero a la vez con elegancia y estilo. No lo aburrirá, es una promesa.

Recomendación:
De los mejores thriller de todos los tiempos, para dejarlo sin uñas.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com