Entrando con comodidad y fluidez a ubicarse como una de las mejores películas del año, independiente de su factura en 2013 y mayor promoción en 2014, Spike Jonze nos ofrece esta cinta que tiene una magia y un ritmo especialmente encantador, que aunque no pueda ser apreciado por todos, es una alternativa que saca sonrisas a la hora del saldo.

“Her” (2013) tiene posibilidades de convertirse en un verdadero orgasmo cinéfilo para quienes por ejemplo, gustan o suelen ver cine solos, se sienten solos y mantienen un apego por la tecnología. Es una cinta que puede pecar de rosa (como su afiche promocional ad-hoc) o ser tildada de lenta, pero contiene una riqueza emocional pocas veces vista, o mejor dicho, muy de la escuela de Jonze, con simbolismos y sentimentalismos fundidos con la emoción.

Joaquín Phoenix, a esta altura un actor de culto, despliega su arte de modo teatral con una intimidad que genera no sólo empatía, es el eje pero lo disimula haciéndonos parecer casi como voyeristas testigos de su particular historia de amor, un cuento donde no necesitamos saber demasiado y sí indagamos antes de sentarnos a ver la película, perdemos parte de su belleza.

No hay mucho más que agregar de un film que conmueve, pero no desde lo físico de un sollozo o una lágrima, sino desde la reflexión pura e interna de dejarse seducir por una fábula impensada de amor travieso, de coqueto sentimentalismo y gran visión de realizador.

En resumen, una nueva favorita, anticipada a los tiempos, con el toque exacto para plasmar meros pensamientos fugaces y volverlos cine, de ese para ver con calma, sin apuros, con tiempo para admirar y no sólo ver, sino también pensar.

Recomendación:
Excelente. Preciosa película con una melancolía coqueta, tierna y muy íntima, que juega con los prejuicios