Ciertamente los criterios para revisitar y analizar con una mirada moderna a un clásico como "Dirty Dancing" (1987) suelen dejar morisquetas entre los que recuerdan con detalle escenas emblemáticas y por ejemplo tarareos de su memorable banda sonora. Pues bien, entonces es de toda lógica reconocer méritos a Emile Ardolino para articular un guión algo rústico pero que basado en sus protagónicos deja buenas sensaciones.

Muy cómplice de esta melosa trama es el ambiente sesentero que se recrea, tierra fértil para romances de clases, de jóvenes rebeldes con dramas que -bien o mal desarrollados- son la referencia clásica para hacer el "click" en fans de estas historias.

Y por lo mismo, lo de la historia, como pasa en otros llamados "clásicos", no es un tema menor. A ratos estas películas con todo lo convencional o previsible de sus argumentos, mediante personajes o escenas se daban maña de introducir tópicos como el aborto, acoso, comercio sexual, la homosexualidad, los proxenetas, ciertas trastornos o derechamente abusos. Para el contexto de una "cinta rosa", es como si fuera un factor de profundidad y acá también ese recurso se introduce matizando relativamente a favor este sueño adolescente de muchas colegialas y que hasta hoy genera recuerdos entrañables.

"Dirty Dancing" es Patrick Swayze. Con su aire de galán rebelde, protector y moral incorruptible. Una fantasía romántica que marcó generaciones femeninas y claro, en el polo opuesto, Jennifer Grey con una candidez similar a la de Anastasia Steele de la Saga de Christian Grey, pero en versión púber. La fórmula es el redescubrimiento de capacidades propias mediante la interacción con un referente masculino más adulto y experimentado. Y claro, cómo no, funciona.

A diferencia de otras cintas similares de los ochentas, quizás porque está basada en los 60's, "Dirty Dancing" ha envejecido bien, amparada por la devoción de al menos un par de generaciones femeninas y el reconocimiento del talento del desaparecido Patrick Swayze. Méritos blandos para unos pero igualmente válidos en el sentido de lograr encantar incluso más allá del nicho al que apunta.

Recomendación:
Un clásico que ha envejecido mejor que otras cintas de antaño.

=Cité de Buyinski= www.buyinski.wordpress.com