"Medan porten var stängd" comienza con una imagen de Estocolmo, sin créditos iniciales y sin que el título aparezca en pantalla. La historia está narrada por el propio director sueco Hasse Ekman que nos traslada a un edificio de apartamentos en el elegante barrio de Östermalm en el que viven un grupo de personas diferentes. Entre ellas, una actriz jubilada, el matrimonio de porteros, una azafata recién divorciada, una prostituta, una periodista y un capitán seductor. Ninguna tiene el papel principal y a lo largo de una noche, desde que el portero cierra la puerta hasta que la abre por la mañana, asistimos a una interesante y minuciosa descripción de los habitantes del edificio con sus ilusiones y sus miserias como si de un pequeño microcosmos se tratara. Los hechos incluyen un delito grave que le dará un toque de intriga a la historia en su parte final.

Una película que se sigue con mucho interés gracias al guion -con muy buenos diálogos- y la buena dirección de Hasse Ekman, un director sueco no muy conocido pero con un gran prestigio en su país. Al buen resultado contribuye de manera notable el excelente elenco de actores y actrices suecos entre los que se incluye el propio director en el papel de uno de los habitantes de la casa.