Una historia de amistad entre joven y mascota... A priori esto suena mal. Hay cientos de películas malas que tratan este tema. Y por regla general, también son infantiles y un adulto no disfruta con ellas: "Liberad a Willy", "Flipper", "Mi gran amigo Joe". Visto lo visto, uno casi ni se atreve a ver "Caballo de batalla".
Pues nada más lejos de la realidad. Para empezar, el tratamiento de la historia es completamente maduro, y para terminar, la película es de Spielberg. Con esto ya está casi todo dicho.
Planos perfectos, narrativa extraordinaria, fotografía espectacular, música magistral de quien ya sabemos, y una cuidadísima factura. Todo al altísimo nivel al que el genio nos tiene ya acostumbrados.
Y si uno llega a aburrirse con la primera parte, cuando llega la guerra todo se arregla. Al final, le cogeremos cariño al caballo "Joey" y no se nos hará larga (que lo es).
Lo único que desmerece un poco el resultado final de esta película, es que muchos otros títulos del amigo Steven están bastante mejor, y solamente eso hace que no le dé el sobresaliente.